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Los laboristas británicos buscan el voto útil para frenar a los conservadores

EFE

Los laboristas del primer ministro británico, Gordon Brown, buscan el voto útil como única forma frenar el avance "tory" (conservadores) de cara a las elecciones generales del jueves en el Reino Unido.

El avance del líder liberal demócrata, Nick Clegg, durante esta campaña electoral, y la ventaja de los conservadores de David Cameron en los últimos sondeos de intención de voto han aumentado la presión sobre el laborismo, que lleva 13 años en el poder.

Las tres principales formaciones del país apuraron hoy en distintos puntos del país sus últimos esfuerzos para tratar de convencer a los votantes que continúan indecisos de cara a los comicios del próximo jueves.

Según los últimos sondeos, todo parece indicar que ningún partido sacará una mayoría absoluta, algo que rara vez ocurre en este país, donde el sistema electoral de mayoría simple a una sola vuelta propicia el bipartidismo entre las dos principales formaciones: conservadores y laboristas.

El ministro de Escuelas, Familia e Infancia, Ed Balls, y el representante del Gobierno para Gales, Peter Hain, sugirieron que los laboristas consideren el "voto táctico" para impedir que los conservadores, favoritos en los sondeos, lleguen al poder.

Ambos abogan por que los votantes apoyen al Partido Liberal Demócrata en las circunscripciones electorales en las que esa formación, tercera del país, compite con los "tories" y tiene posibilidades de vencer.

Para algunos, la petición del recurso al voto táctico puede ser interpretada como una señal de desesperación del laborismo, que se sitúa por detrás de los conservadores en los sondeos.

"Yo siempre quiero que gane el candidato laborista", declaró Balls a la revista "The New Statesman", a vez que insinuó que en lugares como North Norfolk (noreste inglés), donde vive su familia, apoyaría a los liberaldemócratas porque tienen posibilidades de ganar frente a los conservadores, que están en segundo lugar en los sondeos, subrayando que "quiero dejar fuera a los tories",

En esa misma línea, Hain animó a los votantes desde el diario "The Independent" para que voten "con la cabeza, no con el corazón".

Hain se mostró convencido de que los votantes sabrán "cuál es la verdadera lucha en sus circunscripciones" y que "ellos sacarán sus conclusiones".

En esta recta final hacia las urnas, el diario "Daily Mirror" se posicionó claramente con la foto en su portada de David Cameron tachada con una cruz, pidiendo el voto útil para impedir que los conservadores se hagan de nuevo con el Gobierno.

Además de reprochar a Cameron que ya "actúa como si tuviera las llaves del número 10" de Downing Street -residencia oficial del primer ministro británico- "Daily Mirror" proporcionó a los lectores "una guía" para los partidarios del laborismo y de los liberaldemócratas.

Dicha guía muestra cómo votar "tácticamente en 71 distritos electorales cruciales para evitar los recortes catastróficos que Cameron introduciría si ganara las elecciones".

Lo cierto es que el partido en el poder afronta los comicios en una posición de tercero en los sondeos y rodeado de conjeturas sobre la eventual sucesión de Brown, en caso de que esa formación pierda y regrese a la oposición.

Si Brown se viera obligado a presentar su dimisión ante unos resultados negativos, los medios barajan ya varios nombres a suceder al líder laborista, que hoy fue calificado por el candidato laborista por la circunscripción de West Norfolk, Manish Sood, como "el peor primer ministro" que ha tenido el Reino Unido.

Entre los eventuales sucesores, figura el ministro de Economía, Alistair Darling, quien no obstante hoy negó estar interesado en liderar el Partido Laborista y aseguró que está "feliz" en su actual cargo.

Sin embargo, el canciller del Exchequer sí podría ser el encargado de situarse al frente del partido mientras se eligiera a un nuevo líder, un proceso previsiblemente largo.

El nombre de Harriet Harman, la "número dos" del partido, suena también como encargada de dirigir esa posible transición, en la que el partido tendría que escoger un líder por primera vez desde el nombramiento del ex primer ministro Tony Blair, en 1995.

En medio de este clima de conjeturas, otro rotativo británico, el "Daily Telegraph", apuntó la posibilidad de que el conocido como grupo de los "ultras" -formado por el ministro de Empresas, Peter Mandelson, el titular de Interior, Alan Johnson y el de Defensa, Bob Ainsworth- intentaría convencer a David Miliband, ministro de Exteriores, para que fuera el nuevo líder laborista.

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