La Justicia alemana tumba los sueldos bajos de los catedráticos

El Tribunal Constitucional alemán declaró ayer inconstitucionales los salarios establecidos para los catedráticos universitarios que se han incorporado a la actividad docente a partir del año 2005, en una sentencia que, según algunas interpretaciones, podría sentar precedente para los futuros nuevos funcionarios alemanes.

Los jueces del más alto tribunal germano, con sede en Karlsruhe, al oeste del país, atendieron así la denuncia presentada por un profesor de Química de la Universidad de Marburgo, que se sentía discriminado frente a colegas con contratos anteriores al suyo.

El Constitucional germano echa por tierra así la reforma establecida a nivel nacional en 2005 para fijar los emolumentos de los profesores universitarios, que en muchos casos se han recortado en un 25%, cantidad que se puede recuperar en parte en base a unas tablas de rendimiento (como premio a la productividad) o a través de dietas.

Los jueces de Karlsruhe señalaron en su sentencia que la normativa salarial para los catedráticos universitarios que se han incorporado al sistema a partir de 2005 atenta contra el llamado "principio de alimentación" que figura en la Ley Fundamental alemana, por el que el Estado está obligado a garantizar a sus funcionarios unos ingresos que permitan una vida digna.

El tribunal ordena además al céntrico estado federado alemán de Hesse, en el que se encuentra la localidad de Marburgo, a estudiar fórmulas para corregir de aquí a final de año el salario del catedrático demandante, que hasta ahora ascendía a 3.890 euros al mes (sin incluir las horas extraordinarias), una retribución que la sentencia considera "claramente insuficiente", para equipararlo con los de sus colegas más veteranos.

Desde 2005, la contratación de los nuevos catedráticos universitarios, una materia que está en manos de los distintos estados federados, se basa en tarifas más bajas, equiparables en algunos casos con las de un profesor de instituto de enseñanza media.

El land alemán que menos paga a sus profesores universitarios es Berlín, con 3.525 euros al mes.