La izquierda mexicana pidió hoy a las autoridades electorales que se "limpie" la elección presidencial del domingo a través del recuento total de los votos, tal "como lo establece la ley", y aclaró que no demanda la anulación de los comicios.

"Por el bien de la democracia, por el bien del país, deben contarse todos los votos para que no queden dudas", afirmó Andrés Manuel López Obrador, que fue candidato presidencial de una alianza de tres partidos izquierdistas en las elecciones del domingo.

"Vamos a hacer uso del derecho que tenemos de conformidad con la ley para pedir que se limpie, se transparente la elección", dijo en una rueda de prensa en su casa de campaña, donde exhortó a las autoridades electorales a "dar la cara" y a asumir "su responsabilidad".

Quien fue su jefe de campaña, Ricardo Monreal, dijo que hoy mismo entregó al Instituto Federal Electoral (IFE) una "solicitud formal" para que se lleve a cabo el "nuevo escrutinio y cómputo de las 143.132 casillas que se instalaron para la elección de presidente".

Dijo que hay fundamento legal para dicha solicitud, pues ya han detectado "algún tipo de inconsistencias" en 113.855 mesas electorales, sobre las cuales ya informaron en el documento entregado hoy al titular del IFE, Leonardo Valdés, y a seis consejeros de ese organismo.

Sin embargo, agregó que "todavía se está trabajando" en el resto de los puestos de votación para "documentar otras inconsistencias técnicas".

Monreal precisó que los representantes del organismo dijeron que la solicitud se ajustaba al marco legal y que mañana se llevará a cabo una sesión extraordinaria para responder a la petición del Movimiento Progresista.

Añadió que esa solicitud también la están llevando a los distritos electorales, donde mañana comenzará el cómputo oficial, que se prolongará por varios días, y que pedirán la presencia de representantes de los partidos en el nuevo recuento.

"No es pedir ningún favor, es solicitar que se cumpla lo que está en la ley", afirmó López Obrador, que quedó en segundo lugar en los comicios presidenciales del domingo, según los resultados preliminares del IFE.

"Estamos actuando de manera responsable, de acuerdo con la legalidad", insistió el dirigente, quien hizo un llamamiento para que "no se sigan cometiendo violaciones en la elección".

El líder de la izquierda acusó al candidato vencedor en los resultados preliminares, Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de actuar de una forma "totalmente inmoral".

Denunció que la campaña del PRI compró "millones de votos". "Se gastaron miles de millones de pesos en comprar votos que desde luego rebasaron por mucho el tope establecido" por la ley.

Sin embargo, el consejero electoral Marco Antonio Baños dijo hoy en una rueda de prensa que estaban seguros de que la elección fue "absolutamente limpia", "transparente" y "creíble", y que así lo demostrarán en la "etapa de los cómputos de distrito", que se inicia mañana.

En dicho evento, celebrado antes del anuncio de la izquierda mexicana, el IFE adelantaba la posibilidad de que vuelvan a contarse los votos de entre 45.000 y 50.000 de las mesas electorales por diversas razones recogidas en la ley.

Las razones que pueden llevar al recuento incluyen una diferencia igual o menor al 1 por ciento entre el ganador y el segundo lugar, errores "evidentes" en las actas o que los votos nulos sean mayores a la diferencia entre el ganador y el segundo lugar.

No obstante, la decisión final de recontar los votos, aclaró el IFE, depende de los consejos electorales de los 300 distritos del país, que deberán decidir cuáles son las mesas de votación en las que será preciso el recuento.

Esta es la primera vez que, a raíz de la reforma electoral de 2007-2008, el recuento de votos puede hacerse en la elección presidencial. En los comicios legislativos del 2009 ya se recontaron los sufragios de más de 40.000 mesas de votación.