Por Nidal al-Mughrabi

Israel bombardeó el domingo desde el aire objetivos de Hamás en la Franja de Gaza por segundo día consecutivo y se preparaba para una posible invasión del territorio tras matar a casi 290 palestinos en los primeros asaltos de una potente ofensiva.

Israel dijo que la campaña que comenzó el sábado era una respuesta a los ataques casi diarios con cohetes y morteros que se intensificaron después de que Hamás, un grupo islamista a cargo del enclave costero que Israel abandonó en 2005, pusiera fin a un alto el fuego de seis meses hace una semana.

Pese a los ataques aéreos, militantes palestinos dispararon unos 80 cohetes contra Israel, dijeron los servicios de emergencia. En uno de los ataques de mayor alcance, dos cohetes cayeron cerca de Ashdod, un puerto situado a 30 kilómetros de Gaza, sin causar víctimas.

Tanques israelíes desplegados al borde de la Franja de Gaza, preparados para entrar en el densamente poblado enclave de 1,5 millones de palestinos. El Gabinete del primer ministro, Ehud Olmert, aprobó una movilización de 6.500 reservistas, dijo un responsable gubernamental.

La ministra de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, que espera convertirse en primera ministra tras las elecciones de febrero, pareció descartar una invasión a gran escala destinada a restablecer el control israelí del territorio asediado en el pasado cubierto por asentamientos judíos.

"Nuestro objetivo no es reocupar la Franja de Gaza", declaró en el programa de la NBC "Meet the Press". Preguntada en Fox News si Israel pretendía derrocar a los gobernantes de Hamás de Gaza, Livni contestó: "Ahora no".

Mark Regev, portavoz de Olmert, dijo que Israel continuaría con la campaña hasta que tengamos un nuevo entorno de seguridad en el sur, donde la población ya no vivirá con terror y miedo de constantes descargas de cohetes".

una referencia a los atentados suicidas en Israel - para "proteger al pueblo palestino".

Manteniendo la presión sobre Hamás tras secuencias de bombardeos que convirtieron el sábado en uno de los días más sangrientos para los palestinos en 60 años de conflicto, aviones israelíes destruyeron el principal complejo de seguridad del grupo en Gaza, matando al menos a cuatro miembros de las fuerzas de seguridad.

Israel amplió su campaña aérea al sur de la Franja de Gaza, bombardeando unos 40 túneles de contrabando situados bajo la frontera con Egipto, parte de una red que es vital para estar conectados con el mundo exterior.

Bombas israelíes también destrozaron sedes regionales de Hamás y responsables médicos dijeron que varias personas resultaron heridas. Un militante murió en un ataque aéreo en el norte de la Franja de Gaza.

Los muertos elevaron a 287 el número de palestinos fallecidos desde el sábado. Más de 700 palestinos resultaron heridos.

Un israelí murió el sábado por el lanzamiento de un cohete desde la Franja de Gaza.

CIVILES

Hamás estimó que al menos 15 mujeres y algunos niños habían muerto en los últimos dos días. "Palestina nunca ha sido testigo de una masacre más ominosa que esta", dijo el líder de Hamás, Ismail Haniyeh.

Livni dijo que Israel estaba "intentando realizar todos los esfuerzos para atacar únicamente a terroristas y sedes y lugares de Hamás, pero desafortunadamente, en una guerra, como en cualquier guerra, a veces también hay civiles que pagan el precio".

Expertos en asuntos militares israelíes dijeron que los líderes israelíes, temerosos de asumir el riesgo político de reocupar la Franja de Gaza antes de las elecciones parlamentarias de Israel del 10 de febrero, estaban utilizando la ofensiva para fortalecer su poder de disuasión y forzar a Hamás a una nueva tregua a largo plazo.

La violencia se propagó al a ocupada Cisjordania, donde soldados israelíes abrieron fuego contra palestinos que tiraban piedras. Médicos palestinos dijeron que un palestino había muerto.

En Hebrón, también en Cisjordania, fuerzas palestinas leales al presidente Mahmud Abas, de Fatah, dispararon e hirieron a tres personas durante una protesta llevada a cabo por grupos islamistas en apoyo de Hamás, dijo un periodista de Reuters en el lugar.

El Consejo de Seguridad de la ONU pidió a todas las partes el cese de la violencia. Ignorando el llamamiento, un responsable israelí dijo que Israel estaba sintiendo poca presión internacional para suspender sus operaciones.