Irán ejecutó el jueves a dos personas por los disturbios callejeros generalizados que se produjeron tras la disputada elección presidencial de junio pasado y un alto opositor pronosticó que el presidente Mahmud Ahmadinejad será derrocado antes de finalizar su período.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió a Teherán que se enfrenta a "crecientes consecuencias" por su programa nuclear y agregó que se está generando un consenso internacional en su contra. Por su parte, Rusia indicó que se está acabando la paciencia con Teherán.

Los dos ejecutados son parte de un grupo de 11 personas que fueron condenados a muerte por cargos que incluían "moharebeh" (librar una guerra contra Dios), esfuerzos para derrocar al sistema de Gobierno islámico y formar parte de grupos armados, informó la agencia de noticias ISNA.

La elección presidencial fue seguida por grandes manifestaciones opositoras y sumergió a Irán en su crisis interna más profunda desde la revolución islámica de 1979.

La oposición dice que la votación fue manipulada para asegurar la reelección del líder de línea dura Ahmadinejad. Las autoridades lo niegan.

Ocho personas murieron en los enfrentamientos entre partidarios de oposición y fuerzas de seguridad en la Ashura, festividad religiosa chií que se celebra el 27 de diciembre.

"Tras los disturbios y medidas anti revolucionarias en los meses recientes, particularmente en el día de la Ashura, una división de la Corte Islámica Revolucionaria de Teherán consideró los casos de un número de acusados y transmitió las sentencias de ejecución en contra de 11 de ellos", precisó ISNA.

"Las sentencias contra dos de esas personas (...) fueron ejecutadas hoy a la salida del sol y los acusados fueron ahorcados", informó ISNA y agregó que las penas fueron confirmadas por una tribunal de apelaciones.

VEREDICTO "ILEGAL E INJUSTO"

La agencia dijo que los nombres de los ejecutados eran Mohammad Reza Alizamani y Arash Rahmanipour.

La abogada de Rahmanipour, de 19 años, dijo que fue detenido antes de las elecciones. Además indicó que las acusaciones son políticas y que el veredicto es "ilegal e injusto".

"Una ejecución con esta velocidad y prisa sólo tiene una explicación... el Gobierno está intentando evitar la expansión del actual movimiento (opositor) por medio de la propagación del miedo y la intimidación", dijo la abogada Nasrin Sotoudeh.

"Nunca se le concedió el derecho de defenderse libremente y yo no pude defenderlo (adecuadamente)", precisó a Reuters.

En agosto, la emisora estatal IRIB dijo que Rahmanipour confesó estar vinculado con países occidentales y que tenía la misión de colocar bombas durante el período electoral.

Los casos de las otras nueve personas se encuentran en fase de apelación. ISNA informó que los cargos incluyen pertenencia a dos grupos anti revolucionarios, uno de ellos una asociación pro monarquía.

Las ejecuciones son las primeras que se llevan a cabo por incidentes relacionados con las elecciones.