Interior golpea a la rama juvenil de ETA, contraria a dejar la violencia
Detenidas 34 personas en País Vasco y Navarra por dirigir o integrar la ilegalizada Segi
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El Ministerio del Interior desplegó ayer una amplia operación en el País Vasco y Navarra con el objetivo de cortar la reestructuración de Segi, organización juvenil a la que el Tribunal Supremo declaró terrorista en 2007. Policía y Guardia Civil detuvieron a 34 personas acusadas de integrar las juventudes de la banda, algunas de ellas en puestos de responsabilidad. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que la operación, además de impedir la reorganización de Segi, pretendía acabar con la "cantera" de ETA y "luchar" contra el terrorismo callejero.
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Pero las detenciones tienen un efecto adicional. En plena discusión en el seno de la izquierda abertzale sobre la utilidad que tiene hoy la violencia para alcanzar sus objetivos, la operación policial barre del debate a quien los servicios antiterroristas consideran un firme oponente a que ETA deje la "lucha armada". Los más jóvenes mantienen el apoyo a la violencia dentro del entorno de la banda, incluso cuando pasan a formar parte del colectivo de presos, según fuentes de la lucha antiterrorista.
En abril se incautó al ideólogo de ETA un texto para
El operativo de ayer es consecuencia de la información acumulada en los últimos dos años y medio durante una decena de operaciones contra el terrorismo urbano, que conllevaron la detención de 113 personas. De la información obtenida en esas redadas, los agentes concluyeron que Segi continuaba operativa, pudieron determinar su estructura y constataron la participación de algunos de sus miembros en la kale borroka.
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Por otra parte, el 10 de abril de 2008 fue detenido en París Ekaitz Sirvent, un terrorista del que poco se sabía hasta ese momento. Sin embargo, el análisis de la abundante información que trasladaba aclaró su papel en ETA: miembro del comité de dirección, jefe del aparato político y auténtico ideólogo de la banda. Entre sus papeles apareció un texto de 44 folios, La organización de la Revolución en Euskal Herria.
Rubalcaba da por desarticulada la cúpula de la organización
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A pesar de la modestia recogida en su encabezamiento, "una breve aportación a la vanguardia juvenil en Euskal Herria", el texto abordaba la debilidad de ese frente desde la ilegalización de sus distintas marcas (Jarrai, Haika y Segi) y aportaba las soluciones para su reestructuración. Estas pasaban por preservar la cantera de la banda, a la que había que apartar del terrorismo callejero para que no fueran detenidos, e introducir a los miembros de Segi en todas las organizaciones juveniles del País Vasco y Navarra, para extender así la influencia de ETA. La Policía tomó el texto como base para la operación.
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Además, Sirvent marcaba lo que consideraba "luchas prioritarias", esto es, el proyecto del Tren de Alta Velocidad, el modelo educativo, la especulación inmobiliaria y, por supuesto, la construcción del Estado vasco. El documento dedica toda su primera página a recoger citas que evocan el papel de la juventud en distintas revoluciones, pertenecientes a Marx, El Che o el ex dirigente etarra Argala. Junto a ellas, extractos de la VI Asamblea de ETA, que data de 1973, o un documento de KAS de 1994. Este último dice que los miembros de la izquierda abertzale están abocados a elegir entre "comunismo o caos".
Aunque la cifra de detenidos ayer se elevó a 34, el juez Fernando Grande-Marlaska había firmado 47 órdenes de detención. El importante despliegue policial, en el que participaron más de 800 agentes, puso en aviso a algunos de los requeridos. Otros habrían escapado en los días anteriores, habida cuenta de que el Movimiento Pro Amnistía advirtió la semana pasada de que se preparaba una importante redada. De otros se sospecha que llevan un tiempo ocultos en Francia, como es el caso de Jon Telleria, quien participó el 16 de marzo en el acto de presentación de Bateragune, informa Europa Press.
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La Guardia Civil detuvo a cinco personas, todas ellas vinculadas a Navarra, y la Policía arrestó a cuatro en esa comunidad autónoma, a siete en Vizcaya, ocho en Alava y diez en Guipúzcoa. Rubalcaba dio por descabezada la "cúpula dirigente" de Segi.
La organización juvenil nació en 1979 bajo el nombre de Jarrai. El juez Garzón declaró en 2001 su ilegalidad. Seis años después, el Tribunal Supremo corrigió la sentencia de la Audiencia Nacional. Ratificó la orden de disolución y endureció la resolución de la Audiencia al declarar que Segi sí era una organización terrorista.