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"Intenté proteger a mi hija y a mi hermana que estaban a mi lado"

EFE

Rosario Fernández Moya, una de las vecinas de Bullas herida el sábado en el accidente de autobús en el que fallecieron catorce personas, ha dicho hoy a los periodistas que cada vez que abre los ojos lo recuerda todo. 'Es muy triste, no me hagan recordarlo', ha implorado. Con sus manos intentó proteger a su hija y a su hermana que estaban a su lado, e intentó que todas salieran del autobús y luego llamó 'a uno y al otro', pero lo que recuerda es 'un cúmulo de cosas'. Todo fue tan rápido, según dice, que no se lo esperaba, incluso aunque lo vio 'venir'.

La mujer sufre un traumatismo de 6 centímetros en la cabeza, el lóbulo de la oreja derecha tiene también una herida, toda la parte derecha de su cuerpo está contracturada y los músculos de la pierna 'están rotos', pero esta mañana ha tomado sus medicinas y 'ha sacado fuerzas de la fe' para estar hoy en la misa funeral. Rosario se encontraba ingresada en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia junto a María Dolores López Amor, Francisco Fernández Abellán, Maravillas Martínez González y Juan Guillén Fernández.

Un millar de personas llenan el pabellón Juan Valera de Bullas para asistir a la misa funeral que el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, celebra hoy por los trece vecinos de Bullas y el cura párroco local fallecidos el pasado sábado en un accidente de autobús en Cieza. La imagen de la patrona de Bullas Nuestra Señora del Rosario y los estandartes de las cofradías y hermandades de Semana Santa presiden el palco, rodeado por completo de coronas de flores y a cuyos pies se instalan los trece ataúdes, ya que el cura párroco será enterrado en su localidad natal, Espinardo.

Junto al obispo estarán celebrando esta misa el vicario general, Juan Tudela; el vicario episcopal de Caravaca de la Cruz y Mula, Jesús Aguilar, el anterior párroco de Bullas, José Antonio Ibáñez, y numerosos sacerdotes de toda la zona. Durante la misa serán nombrados en tres ocasiones los catorce fallecidos, una al comienzo, otra en las peticiones y la tercera en la plegaria, después de la consagración. Los Reyes de España presiden este acto, al que asiste el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, el equipo de gobierno local en pleno y el Consejo de Gobierno de Murcia con Alberto Garre a la cabeza.

Alrededor de un centenar de voluntarios de Protección Civil y de Cruz Roja están en todo momento pendientes en ayudar y acompañar a los asistentes en estos duros momentos para el pueblo que vive su segundo día de luto oficial, decretado ayer en un pleno urgente por el Consistorio presidido por Pedro Chico. Un importante despliegue de seguridad rodea el edificio, el de mayor capacidad que hay en este pueblo de 12.500 habitantes, donde hoy han cerrado los centros educativos para que todo el que quisiera pudiera asistir al acto religioso.

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