Cuando la información se basa en la lógica del militante
Centenares de medios alternativos han surgido al amparo de los grupos sociales de izquierdas
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Manifestación de jóvenes de izquierdas, el pasado 11 de noviembre en Madrid, por el aniversario de la muerte del joven Carlos Palomino supuestamente a manos de un neonazi. Los medios de comunicación convencionales cubren la noticia, de una manera genérica. Pero el minuto a minuto de la concentración lo ofrece una página web alternativa: www.nodo50.org. Otro ejemplo, lunes 1 de diciembre, 5:30 horas: los antidisturbios acordonan un edificio okupa del centro de Madrid. La noticia, en menos de 20 minutos, ya está circulando por diferentes páginas web de información alternativa.
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Las redes sociales de izquierda tienen sus propios medios de comunicación al margen de los diarios, radios y televisiones que, a su juicio, están vendidos a los anunciantes y a las empresas que los gestionan. Es la llamada contrainformación. Noticias elaboradas con una clara intención ideológica y dirigidas a un público bastante delimitado: gente joven y anticapitalista. Sus defensores reivindican la subjetividad y rechazan la pretendida objetividad de los medios tradicionales. "Nos definimos como una herramienta creada para los movimientos sociales", explica uno de los miembros de la plataforma Glayiu (www.glayiu.org), portal web de referencia en Asturias y editora de libros que no tienen cabida en una gran superficie comercial. "Ensayo político, temática asturiana y literatura", detalla su representante, un veinteañero que prefiere quedar en el anonimato, una actitud habitual entre los que gestionan los medios contrainformativos. "Tampoco quiero que aparezca en el reportaje la descripción de mi aspecto físico, porque es caer en el topicazo", agrega.
Además de Glayiu, hay muchos otros medios que se dedican a cubrir el ámbito local, como Diario de Vurgos (www.diariodevurgos.com), que combate desde Castilla y León, o Barrio del Carmen (www.barriodelcarmen.net), centrado en este barrio valenciano, pero con mucha atención al antifascismo y a la inmigración.
La mayoría de los que gestionan las páginas web alternativas prefiere no figurar con nombres y apellidos, pero hay excepciones, como Manel Márquez, uno de los responsables de Kaos en la Red (www.kaosenlared.net), proyecto surgido a partir de la emisora catalana Radio Kaos, en la década de 1980. "Lo que intentamos es ofrecer informaciones que otros medios de comunicación no dan, es decir, las noticias generadas por los propios movimientos sociales y con la versión de esos movimientos sociales. Lo hacemos al igual que otros ofrecen la visión de las autoridades y las empresas", explica Márquez, que reivindica su trabajo "de claro compromiso por la lucha anticapitalista". Su web tiene una media de 30.000 visitas al día.
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Primera crítica a los medios de comunicación convencionales: el recurso constante a la fuente policial y, por tanto, "la criminalización del colectivo de los jóvenes de izquierda", señalan desde www.nodo50.org, web que funciona como portal contrainformativo y como proveedor de servicios que aloja las web de la mayoría de las demás páginas y colectivos alternativos.
A los simpatizantes de los movimientos sociales de izquierda no les gusta la visión que dan de ellos los diarios o las televisiones, por eso muchos no quieren colaborar con este tipo de canales informativos. "Los medios de comunicación nos criminalizan. Se nos da un tratamiento de tribus urbanas, un concepto comprensible para el gran público, pero que no nos hace justicia", afirma una miembro de la asamblea de Nodo50.
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En Nodo50 ponen otro ejemplo reciente: "En la manifestación del pasado noviembre por el aniversario de la muerte de Carlos Palomino, los medios se hicieron eco de que la policía estaba en alerta por si la montábamos, y luego no hubo ningún incidente. Siempre se nos tacha de conflictivos".
Ellos se mueven, dicen, sin tener en cuenta a las fuentes oficiales y por una "lógica militante y no de mercado". Por ejemplo, no admiten anuncios publicitarios. La independencia política viene de la independencia económica, sostienen. En el caso de Kaos en la red, la financiación se nutre, con este fin, de los "recursos propios", señala Manel Márquez. Por recursos propios se entienden suscripciones, donativos o, en el caso de Nodo50, las cuotas que pagan sus clientes, a los que sirve como proveedor de servicios.
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Con esa independencia económica funciona también el rotativo quincenal Diagonal, con sede en Madrid y gran referencia dentro de la prensa escrita para los movimientos alternativos. Nacido en marzo de 2005, tira 15.000 ejemplares y cuenta con cerca de 4.000 suscriptores. Para Diagonal, que da especial importancia al ámbito latinoamericano, escriben un buen puñado de colaboradores, muchos vinculados a la carrera de Periodismo y con la militancia como máxima. "La contrainformación es un trabajo muy ingrato, es un mal sitio para la gente que le interesa sólo como una pose", señalan.
El trabajo de estos jóvenes de izquierdas, al margen de sus estudios o empleos convencionales, es constante y sacrificado. Organizan manifestaciones, pasan las noches en casas ocupadas que están pendientes de desalojo y mantienen actualizadas las páginas web para las que colaboran. Todo, explican, de una manera desinteresada. ¿Y cuál es, pues, el beneficio de la lucha? "Es un trabajo político que hay que hacer", concluyen desde Nodo50.