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Incautados 3.500 kilos de hachís en una operación con 10 detenidos en Huelva

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La Guardia Civil ha desarrollado en Huelva la denominada 'Operación Choco', que ha permitido desarticular una red que se dedicaba a introducir en España hachís procedente de Marruecos, deteniendo a diez personas e incautándose de cerca de 3.500 kilos de esa sustancia estupefaciente.

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Según ha informado la Guardia Civil, la red se valía, para introducir la droga a través de las costas onubenses, de embarcaciones de recreo en las que la ocultaban en dobles fondos.

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Las investigaciones empezaron en agosto, cuando se detectaron en la autovía del V Centenario varios vehículos cargados con hachís procedentes de la localidad onubense de Ayamonte, descubriéndose posteriormente escondites en Punta Canela y Gibraleón (Huelva).

En la madrugada del 22 de septiembre se interceptó una furgoneta en la zona de Punta Canela que iba cargada con 2.600 kilogramos de hachís y posteriores investigaciones permitieron descubrir otros 812 kilos más de hachís, cinco embarcaciones deportivas, seis remolques y cuatro vehículos que fueron incautados.

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Desde entonces y hasta mitad de octubre se detuvo a nueve personas en Ayamonte -E.P.G., M.R.G., R.R.B. y J.M.R.R.-, Cartaya -C.I.B., M.E.G.M. y C.C.- y Gibraleón -F.D.P., F.D.L-.

Además, en el puesto fronterizo de La Junquera (Girona) se detuvo a L.I.C., otro integrante de la red, que estaba perfectamente estructurada ya que cada uno de sus miembros poseía una función claramente definida.

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Para no levantar sospechas los miembros de la red solían hacerse a la mar coincidiendo con fines de semana o festivos, en los que el tráfico de ese tipo de embarcaciones es mayor, y regresaban tratando de aprovechar también dichas fechas.

Una vez de regreso en España las embarcaciones eran cargadas en remolques y llevadas por carretera hasta los escondites, donde, pasados unos días, retiraban las piezas que ocultaban los dobles fondos para poder llegar hasta la droga.

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Este grupo delictivo trabajaba por encargo, contactaban con sus "clientes" habituales para conocer la cantidad de droga que debían traer para cada uno, y la guardaban por separado utilizando unos códigos de colores con los que venían marcados los fardos para diferenciar a cada cliente y posteriormente efectuaban la entrega rápidamente para deshacerse lo antes posible de toda la mercancía.

Las investigaciones han sido llevadas a cabo por efectivos del Equipo de Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de Alicante, bajo la coordinación del Juzgado de Instrucción nº 2 de los de Torrevieja (Alicante), habiendo intervenido en determinadas fases de la operación varias unidades de la Comandancia de Huelva.

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