El Ibex-35 encadenó el jueves una nueva baja en medio de una fuerte volatilidad por el temor a que la crisis financiera que asola a los mercados internacionales genere una recesión económica duradera y a gran escala.

"No hay confianza, la operativa se centra mucho en los profesionales y en el trading", dijo un operador.

El Ibex-35 cerró con una baja del 4,11 por ciento a 9.308,2 puntos.

"Yo creo que también ha habido mucha toma de beneficios después de las subidas del lunes y del martes, pero es verdad que falta consistencia en el dinero", añadió el operador.

Las bajas fueron generalizadas en todos los sectores, con especial intensidad entre los valores energéticos y en el sector bancario, excepto Bankinter, cuyas acciones capitalizaron el jueves unos resultados trimestrales por encima del consenso del mercado.

El banco dijo que su beneficio neto comparable a septiembre bajó un 0,2 por ciento a 203,8 millones de euros. Analistas habían pronosticado un beneficio neto de 191,3 millones.

Otro valor que escapó a los descensos fue Iberia, muy sensible a la evolución del precio del petróleo y que se benefició de la fuerte caída del crudo.

El precio de referencia de la cesta de crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cayó el miércoles 5 dólares, a 68,58 dólares por barril, desde un precio de 73,49 dólares el martes El jueves aún cotizaba por debajo del nivel anterior.

Algunos analistas señalaron que la caída del precio internacional del petróleo abriría las puertas de nuevos recortes del los tipos de interés, primera condición para apoyar la economía mundial.

"El precio del petróleo se desploma por el miedo a una caída fuerte del consumo en una eventual recesión mundial, pero al menos la inflación no es ahora un problema", dijo un analista.