Homenaje al último barco de exiliados republicanos
Un acto recordó ayer en Alicante el viaje del Stanbrook, que salvó a miles de exiliados de la represión franquista en los últimos días de la Guerra Civil
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Junto a la dársena de la que partió el Stanbrook, el barco que hace 70 años sacó de España a miles de refugiados republicanos, hay ahora un puerto deportivo rodeado de cafeterías y pubs con karaoke. Muy cerca, sobre el terreno donde se asentó el campo de concentración al que fueron a parar aquellos que no tuvieron sitio en el barco, selevantó hace unos años un centro comercial: el Plazamar 2.
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Estos dos lugares fueron escenario de la tragedia que se vivió en el Alicante en los últimos días de la Guerra Civil, cuando miles de republicanos llegaron desde todo el país hasta el Puerto con la esperanza de escapar de la represión franquista en los buques anunciados por las autoridades republicanas. Se encontraron sólo con el Stanbrook, un navío mercante que sólo pudo salvar a unos cuantos miles.
Hoy en día, en el Puerto no hay placas ni monumentos que recuerden el sufrimiento de aquellos días. Ante el olvido institucional, fue la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante la encargada de conmemorar, durante el pasado fin de semana, la odisea de los refugiados republicanos en los últimos días de la Guerra Civil, entre el 28 de marzo y el 1 de abril de 1939.
El acto de ayer fue el más emotivo de los celebrados. Varios cientos de personas se congregaron en el Puerto de Alicante para recordar la salida del Stanbrook, que con una capacidad para 800 personas llegó a cargar a casi 3.000 refugiados rumbo a Orán. El acto homenajeó al capitán del barco, Archibald Dickson, a través de la presencia de dos de sus hijos, llegados desde Irlanda.
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La dársena se llenó de banderas republicanas y aquellos días se recordaron a través del testimonio de varios ancianos que viajaron en el barco hace 70 años y de familiares de otros ya fallecidos. Hubo lágrimas y abrazos entre ellos mientras historiadores, artistas y escritores recordaron desde el escenario el viaje del Stanbrook hasta Orán, repleto de personas hacinadas en la cubierta, en las bodegas y en los camarotes.
El día fue lluvioso y gris, como hace 70 años. El acto concluyó con una ofrenda de flores lanzadas al agua. Desde la tribuna, se recordó el sufrimiento de los refugiados que quedaron en el Puerto. El hispanista Ian Gibson pidió al Ayuntamiento de Alicante, gobernado por el PP, que permita la colocación de un monumento en el Puerto, solicitado por la Comisión Cívica desde hace años, para "honrar dignamentea las víctimas".