Las mujeres con familiaresdiabéticos, pero sin la enfermedad, son más propensas adesarrollar esta condición durante el embarazo.
Y los riesgos asociados con tener un hermano/a diabéticoson mucho más altos que tener uno o los dos padres condiabetes, según el equipo de la doctora Catherine Kim, de laEscuela de Medicina de la University of Michigan, en AnnArbor.
Las exigencias corporales del embarazo pueden hacer quealgunas mujeres desarrollen niveles anormales de glucosa. Esacondición, llamada diabetes gestacional, mejora con el parto,pero aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 másadelante en la vida.
Cuantos más familiares con diabetes tipo 2 se tienen, másriesgo habrá de que aparezca la condición. Se ignora cómo eseantecedente eleva el riesgo de diabetes gestacional.
El equipo estudió datos de 4.566 mujeres que participabanen un estudio nacional; todas tenían por lo menos un hijo. El97 por ciento nunca había tenido diabetes; el 1 por cientohabía padecido diabetes gestacional y el 2 por ciento, diabetestipo 2.
Tener la madre o el padre diabéticos aumentó por igual laposibilidad de tener diabetes o diabetes gestacional, publicóAmerican Journal of Obstetrics and Gynecology. Tener ambospadres diabéticos elevó el riesgo ocho veces y duplicó elpeligro de tener diabetes gestacional.
Pero tener un hermano/a diabético multiplicó siete veces elriesgo de tener diabetes gestacional y apenas elevó el riesgode desarrollar diabetes tipo 2.
Tras considerar la educación y la pobreza, el riesgoasociado con tener un hermano/a diabético también aumentó."Tener un hermano/a afectado sería un factor de riesgo muchomás grave de lo que se había documentado", concluyó el equipo.
Los resultados sugieren que la diabetes gestacionalseguiría un patrón hereditario distinto al de la diabetes tipo2, muy asociada con la obesidad y el sobrepeso.
Para los autores, se necesitan más estudios sobre esospatrones, que ayudarían a identificar a las mujeres en riesgode desarrollar diabetes tipo 2 después de haber tenido su formagestacional y, "así, incluirlas en intervencionespreventivas".
FUENTE: American Journal of Obstetrics and Gynecology,diciembre del 2009
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