"Han echado a las mujeres del lenguaje pero también del conocimiento y queremos volver"
La directora del recién nacido Instituto Universitario de Estudios de Género de la Universidad Carlos III de Madrid reivindica la perspectiva de género en la investigación.
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Rosa San Segundo forma parte del 14% de catedráticas que hay en la Universidad Carlos III de Madrid. Con el propósito de aumentar esa cifra y de que las mujeres no sólo accedan en igualdad a los puestos de trabajo sino también a los propios contenidos científicos, San Segundo dirige ahora el recién nacido Instituto Universitario de Estudios de Género de la Carlos III. Con profesionales de todos los ámbitos, entre los que destacan la catedrática de Sociología Constanza Tobío, el periodista José María Calleja y el teólogo Juan José Tamayo, el centro busca transformar el cariz "sesgado, androcéntrico y sexista" de la ciencia actual.
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¿Cuál es el objetivo del instituto?
El objetivo es investigar con perspectiva de género desde distintas materias, en la Escuela Politécnica, en Derecho, en Economía, en Historia, en Periodismo. La ley de Igualdad de 2007 establecía que en los programas de las licenciaturas —o los grados ahora— se incluyeran materias con perspectiva de igualdad. Lejos de hacerlo, cuando se cambiaron los planes de estudio en la convergencia con el plan Bolonia, —que hubiera sido el momento propicio— ocurrió todo lo contrario. Las asignaturas con perspectiva de género que se consiguieron introducir en algunas carreras se eliminaron.
Este instituto intenta tomar el ejemplo del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid, que es un referente en España y en el mundo.
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¿Qué trayectoria tenía hasta ahora en materia de igualdad la Universidad Carlos III?
En las universidades, como en todas partes, es muy difícil introducir la igualdad y la perspectiva de género. En el ámbito universitario somos más mujeres, tanto profesoras como alumnas. En la enseñanza Primaria, Secundaria y universitaria, ellas sacan dos puntos y pico más de nota media que ellos. Hasta que es sólo por méritos propios, acceden más mujeres a la educación, pero las cifras bajan a favor de los hombres cuando entran en juego las relaciones y la política.
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¿Por qué es necesario investigar con perspectiva de género?
Es imprescindible investigar con perspectiva de género. No sólo queremos acceder en igualdad a los puestos de trabajo, a la investigación y a los cargos, sino también a los propios contenidos científicos. Se sobrevaloran disciplinas, artes y deportes donde no hay mujeres. Por ejemplo, el fútbol o las ingenierías. En cambio, los ámbitos que están feminizados se devalúan. La exclusiva mirada masculina en el ámbito científico ha hecho una ciencia sesgada, androcéntrica y sexista. Nos han echado del lenguaje pero también del conocimiento y de los contenidos científicos y queremos volver.
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¿Por qué nace ahora esta consciencia de incorporar el género en los estudios universitarios?
Se ha intentado hacer antes pero no se ha podido, porque hay mucha resistencia. De cada dos profesores titulares, uno será catedrático. De cada 14 profesoras titulares, una será catedrática. El nuevo sistema de acreditaciones ha cambiado un poco el panorama. En la Carlos III, por ejemplo, las mujeres catedráticas éramos un 8% y con el nuevo sistema acreditaciones —que se gestiona por Internet— hemos subido a un 14%.
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¿Es fácil incorporar esta perspectiva de género en la investigación?
En el ámbito académico el feminismo es muy sólido, muy solvente. Creo que es donde más ha calado y con más fuerza porque es un poco irrebatible. Porque el feminismo propone una nueva epistemología deconstruccionista en todo el ámbito científico, propone revisar los postulados de la ciencia para que no tenga sesgos y esto tiene su espacio y está muy legitimado.
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¿Cómo se va a financiar el instituto?
El vicerrectorado de investigación nos ha dado dinero y también hemos pedido ocho proyectos al Instituto de la Mujer. Tenemos muchas relaciones nacionales e internacionales. Tenemos un futuro importante porque hay gente de mucho calado en el instituto, no es que hayamos nacido y nos pongamos a investigar, sino que llevamos muchos años y nos hemos juntado. De hecho, en el instituto hay dos grupos de investigación, de Humanidades y Sociología, que ya existían.