Grecia necesita 172.000 millones hasta 2014
Es la estimación del BCE, Bruselas y FMI. En Alemania se cuestiona la legalidad del rescate
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Grecia ha recibido ya 53.000 millones en préstamos de la zona del euro y el FMI, pero necesitará 172.000 más para sobrevivir hasta 2014, según estiman la Comisión Europea, el BCE y el FMI en su último informe sobre el estado de la economía griega, que sigue deteriorándose a causa de la extrema austeridad impuesta desde el exterior.
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La cifra prueba que los problemas griegos son de una envergadura desconocida para la zona del euro, que al empezar la crisis ni intuía que rescataría dos veces a uno de sus miembros. Con una deuda que rozará el 160% del PIB este año, el doble de la media del resto de países, Grecia todavía va a recibir 57.000 millones como parte de su primer rescate, cuya legalidad se cuestiona en Alemania: ayer, su ministro de Finanzas, Wolf-gang Schäuble, defendió ante el Tribunal Constitucional que la decisión de ayudar a Grecia se adoptó con la aprobación del Parlamento y subrayó que "una moneda común no funciona sin la solidaridad de sus socios", en el proceso iniciado por las denuncias de un diputado conservador y cinco profesores universitarios.
En el peor de los casos, Grecia necesitará 115.000 millones más que no se tuvieron en cuenta en el primer rescate. De ellos, 30.000 vendrían de las privatizaciones adicionales que ha prometido el Gobierno, lo que dejaría una factura de 85.000 millones para la zona del euro, el FMI y la participación del sector privado.
Sobre la participación de la banca, aseguradoras y fondos de pensiones privados, hoy se celebra una importante reunión en París en la que participará el Instituto de las Finanzas Internacionales, que incluye a 400 bancos de todo el mundo, entre los que están los más expuestos a la deuda soberana griega, principalmente los franceses y alemanes.
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Su intención es responder a la amenaza de las tres grandes agencias de calificación, que han advertido de que considerarán un impago encubierto la fórmula que se baraja para incorporar a los bancos al segundo rescate. De diseño francés, la fórmula prevé reinvertir el 70% de lo que recuperen tras el vencimiento de bonos en los próximos tres años. Las condiciones y el interés están pensados para contentar a unas agencias que, si no se dejan convencer, provocarían una estampida de inversores no sólo de Atenas, sino de los demás países en apuros. Ayer, Moody's se unió a Fitch y Standard & Poor's al asegurar que los bancos europeos "podrían tener que registrar cargos por depreciación", esto es, afrontar las consecuencias de un impago.
Por su parte, el BCE aseguró que continuará sosteniendo a la banca griega con inyecciones de liquidez, una operación para la cual las entidades helenas presentan garantías que serían papel mojado en caso de impago. Es decir, el BCE dejaría de financiarles si las agencias de rating la consideran en default.
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Las dudas respecto a Grecia tuvieron ayer impacto en las Bolsas, con la de Madrid (que cedió un 1,32%) como principal perjudicada en Europa.