González aprovecha las multas en Madrid para cargar de nuevo contra Botella
El presidente de la Comunidad de Madrid retoma sus diferencias con la alcaldesa de la capital tras conocerse el plan de sanciones del Ayuntamiento para controlar la prostitución o a los músicos en la calle.
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El presidente de la Comunidad de Madrid ha respondido hoy a la polémica propuesta recaudatoria de la alcaldesa de Madrid asegurando que respeta la Ordenanza de Convivencia Ciudadana del Ayuntamiento, aunque, a priori, "le ha sorprendido un poco" porque él es "bastante liberal" a la hora de permitir las actuaciones públicas, siempre dentro de la legalidad. Ignacio González revive así sus diferencias con Ana Botella, que parecían haberse amortiguado con el trabajo conjunto para lograr que la capital fuera la sede de los Juegos Olímpicos en 2020.
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El jefe del Ejecutivo madrileño ha hecho estas declaraciones en la presentación del Campeonato de España de Tenis en silla de ruedas y tras conocerse la intención de la alcaldesa madrileña de regular, entre otros asuntos y mediante sanciones económicas, el ejercicio de la prostitución callejera o la presencia de músicos en la vía pública.
El presidente ha reconocido que no conoce en profundidad el contenido de esa normativa, si bien y "en todo caso" es un asunto que compete al Ayuntamiento de Madrid y a Ana Botella. "Habrá que estar a lo que allí se diga", ha reconocido González a pesar de mostrar su oposición desde el punto de vista personal.
Las diferencias de criterio entre el presidente madrileño y la alcaldesa de la capital vienen desde que ambos coincidieron al frente de sus respectivas gestiones -cuando Esperanza Aguirre dio el relevo a Ignacio González, el año pasado, casi un año después de que Botella sustituyese a Alberto Ruiz-Gallardón al frente del Consistorio madrileño- y se encuadran en la crisis de candidaturas abierta en el PP de Madrid: la sucesión de la presidenta del partido está en el aire, pero también está por confirmar que González y Botella sean los cabezas de lista en las autonómicas y municipales de 2015, respectivamente, debido a su mala posición en las encuestas que maneja el PP.
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El peor momento del enfrentamiento entre González y Botella fue, además, el primero y más evidente y llegó provocado por la tragedia del Madrid Arena, en el que murieron cinco chicas. Mientras el Ayuntamiento achacó entonces al vacío legal sobre macrofiestas el cúmulo de errores y presuntas ilegalidades que provocaron la avalancha, el Ejecutivo autonómico pedía a Botella que asumiese sus responsabilidades. A los pocos días de este episodio, la alcaldesa de Madrid acudía al hospital La Princesa a visitar a un conocido y, a petición de los profesionales, firmaba -junto a su yerno y ex dirigente del PP, Alejandro Agag- en contra del plan privatizador de González para el centro, provocando una dura reacción en el presidente de la Comunidad, que le acusó de firmar un asunto que desconocía.