La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho hoy que es pronto para aventurar si la ayuda europea a la banca española funciona o no funciona, y ha señalado que no conviene sacar conclusiones apresuradas sobre medidas que aún no se han puesto en marcha.

Al término del Consejo de Ministros celebrado hoy, la vicepresidenta se ha referido a la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros concedida por la Unión Europea a España para sanear el sector financiero, una ayuda que fue cuestionada por la agencia de medición de riesgos Moody's.

La agencia rebajaba en tres escalones la nota que otorga a la deuda soberana de España y la situaba en perspectiva negativa al considerar que la ayuda europea a la banca "aumentará" la carga de la deuda, su "limitado" acceso a los mercados financieros y la "continuada debilidad" de la economía española.

Sáenz de Santamaría ha asegurado hoy que España debe seguir la senda de reformas estructurales emprendida, la única manera de que recupere la confianza, en unos momentos de incertidumbre sobre la evolución política de algunos estados.

Sobre la línea de crédito concedida a la banca española, la vicepresidenta ha recordado que se trata de asistir financieramente a los bancos que lo necesiten, pero sin condicionalidad económica alguna.

Es decir, ha aclarado, habrá condiciones desde el punto de vista financiero y bancario, pero no habrá condiciones de orden económico, una prueba de que Europa valora las reformas estructurales que lleva y ha llevado a cabo España.

Tras el contundente castigo de Moody's, la Comisión Europea aseguraba que España está haciendo todo lo necesario para recuperar la confianza en su economía y negaba que el plan europeo de ayuda a la banca sea un fracaso.

El portavoz económico de la CE, Amadeu Altafaj, subrayaba que no se debe dar "el privilegio a una agencia de calificación de determinar si una decisión como la tomada por el Eurogrupo el sábado (en referencia al apoyo a España) es un éxito o un fracaso".