El Gobierno admite que cerrar el CIE de Málaga sería «lo ideal»
Parte del polémico centro está precintado por riesgo de derrumbe
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No sólo han sido ONG de defensa de derechos humanos o el Movimiento 15-M. El pleno del Ayuntamiento de Málaga, la Fiscalía y el Defensor del Pueblo Andaluz, entre otras instituciones, han solicitado a lo largo de los últimos años el cierre del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Capuchinos, en Málaga, salpicado de episodios polémicos que revelan insalubridad e internamientos en condiciones indignas. En un clima de rechazo social casi unánime al CIE de Capuchinos, la Policía precintó el martes parte de sus instalaciones ante el riesgo de desplome revelado por un informe de la Dirección General de Policía. Las deficiencias detectadas se encuentran en fachadas, tejados y elementos estructurales del edificio.
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El precinto, que se realizó a raíz de las quejas del Sindicato Unificado de Policía (SUP), no afecta a la zona donde se encuentran los 25 internos (19 hombres y seis mujeres), que, según la dirección del CIE, no corren ningún riesgo. El cierre y desalojo parciales ha reforzado a quienes llevan años reclamando el cierre. El propio subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, tuvo que salir ayer a la palestra. “Lo ideal”, admitió, sería que Málaga contara con un nuevo CIE. “He trabajado para intentar aproximar las posturas entre el Ministerio del Interior y el Ayuntamiento, pero desgraciadamente esa aproximación no se ha producido. Confío en que el próximo Gobierno llegue a un acuerdo”, dijo.