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Georgianos y surosetios se ven las caras en tierra de nadie

Reuters

La policía georgiana izó la bandera nacional y encendió una hoguera el miércoles en Ergneti, un pueblo desértico en esta república del Cáucaso, vigilados por los rebeldes separatistas surosetios al otro lado de tierra de nadie en esta frontera de facto.

Rusia considera responsable a la Unión Europea de garantizar la paz y la seguridad en esta zona volátil de la que se está retirando en la región independentista, mientras la UE indicó que supervisará una entrega "paso a paso" de las zonas intermedias.

Lo que ocurría el miércoles subrayaba los riesgos de la situación.

Los policías georgianos siguieron de cerca la retirada de los soldados rusos y establecieron una base en Ergneti, un pueblo saqueado y en ruinas. A solo 300 metros, los soldados separatistas surosetios les vigilaban.

Una patrulla de observadores franceses de la UE se mantenían a una distancia segura y se negó a hablar con los periodistas. Algunos cogían frutas de los árboles.

Las tropas rusas estaban totalmente ausentes, tras haberse retirado 20 km (12 miles) desde el borde de su tierra de nadie hasta la frontera de facto y dentro de Osetia del Sur.

Preguntado sobre si la proximidad de los surosetios es un motivo de preocupación, el jefe de la policía local georgiana, Vladimir Jugeli, replicó: "No es peligroso. No se atreverían".

El miércoles, Rusia se retiró de las zonas de tierra de nadie fuera de Osetia del Sur cumpliendo un acuerdo de alto el fuego patrocinado por Francia en nombre de la Unión European

En agosto, Moscú envió tanques y tropas para repeler la ofensiva militar georgiana para recuperar la región prorrusa, que hace más de 15 años se independizó de facto del control de Tiflis.

FRÁGIL ALTO EL FUEGO

La UE ha desplegado a más de 200 observadores para supervisar un alto el fuego muy frágil. Los georgianos siguen coléricos y los surosetios entusiasmados con su victoria y el apoyo recibido de Moscú. Además se espera el regreso de los refugiados georgianos.

Los grupos de defensa de los derechos humanos y los refugiados georgianos desplazados dicen que las milicias surosetias siguen vagando sin control por la zona, tras haber saqueado e incendiado cientos de casas y obligado a huir a miles de personas tras la marcha de las tropas georgianas a mediados de agosto.

Un portavoz de la misión europea dijo que la seguridad está en manos de la policía georgiana: "La policía georgiana será responsable de la ley y el orden para que la gente pueda volver a sus casas".

Rusia ha dejado claro que considerará a los observadores europeos responsables de cualquier incidente.

"En estas áreas adyacentes a Osetia del Sur y Abjasia (la otra región separatista) debería establecerse un régimen especial que no permita a nadie llevar a cabo provocaciones", declaró el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.

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