La Fundación Palau reúne obras de Palau Fabre y su colección de dibujos
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Una serie de dibujos realizados por el poeta y escritor catalán Josep Palau Fabre entre 1940 y 1960, algunos inéditos, junto con otros de su colección, de artistas como Tàpies, Ponç, Barceló, Picasso o Miró, y de la colección de su padre, integran la exposición que hoy presenta la Fundación Palau.
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La muestra, que reúne más de 120 dibujos, se exhibirá en la fundación barcelonesa del 22 de noviembre al 7 de marzo.
Su comisario, Joan Abelló, ha explicado hoy que encontró un hilo conductor para esta muestra tan heterogénea "a partir de la lectura en profundidad de las 2.500 páginas de la obra literaria completa de Palau Fabre", que va de la poesía al ensayo, el teatro y la narración breve y que incluye destacados estudios sobre la obra y la personalidad de Picasso, traducidos a numerosas lenguas.
En la muestra se incluirán precisamente "algunos textos inéditos de Palau que explican muy bien el porqué de la selección de los dibujos que él coleccionó", ha matizado Abelló.
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Bajo el título "La colección de un poeta", la exposición comienza con los dibujos de Palau Oller, padre de Palau Fabre, que fue coleccionista y pintor, y de artistas de su entorno como Josep Mompou, Xavier Nogués o Isidre Nonell.
A continuación, se pueden contemplar obras de artistas modernos coleccionados por este poeta fallecido en febrero de 2008, como Pau Gargallo, Francesc Labarta o Ismael Smith.
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Una de las peculiaridades del Palau coleccionista es, según el comisario, su habilidad en combinar su gusto por el arte clásico, figurativo, con su admiración por el arte abstracto.
Por esa razón, en su colección también figuran dibujos de artistas fundamentales del arte más reciente como Antoni Tàpies, Joan Ponç, Miquel Barceló o Perejaume.
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Asimismo, un bloque de "enorme interés y cohesión", en palabras de Abelló, está constituido por las colaboraciones en la arriesgada aventura de la revista "Poesia", editada por Palau Fabre en la inmediata posguerra.
Según Abelló, la revista actuó como manifiesto de los gustos artísticos del poeta, quien en un documento señalaba: "Uno de los haberes positivos de la revista es la incorporación de Joan Miró, hasta entonces casi marginado de las publicaciones catalanas y de la consideración general del país".
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Miró, que estaba en Barcelona en una especie de "autoexilio", atravesaba entonces uno de sus mayores momentos creativos con la realización de las "Constelaciones".
Además de algunos dibujos inéditos, Abelló ha seleccionado para su exhibición "bastantes documentos poco conocidos, como las cartas dirigidas por Joan Ponç, con quien le unía una complicidad especial y amistad".
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Antes de ir al exilio a Francia, Palau Fabre tuvo el acierto de de juntar a literatos y a artistas, un anhelado sueño, que queda ilustrado en la exposición por dibujos de sus "artistas-poetas preferidos": Alberti, Cocteau y Lorca, a quien entrevistó en 1935.
El grupo de París congrega a artistas de la época de Palau en la capital francesa y también algunas de las dedicatorias de Picasso, de quien fue biógrafo y estudioso.
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En el catálogo, la hija de Picasso Maya evoca la relación entre Palau Fabre y su padre y sus continuas visitas con miles de fotografías.
"A Palau Fabre le dio por escribir libros sobre mi padre -continúa Maya Picasso-. Primero libros pequeñitos y después cada vez más y más gordos. Tantos, que llegaron a pesar cuatro kilos".
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Reconoce Maya que Picasso quería mucho al poeta "por su sabiduría, su reserva y su discreción", y añade que, a pesar de no tener mucho dinero, Palau Fabre nunca le pidió dinero para sus viajes, estancias y comidas. "Se lo pagaba él mismo. Y así fue toda su vida".