Fran Perea asegura "'Viejos conocidos' es mi primer disco cien por cien yo"

Después de cinco años de silencio musical, Fran Perea publica "Viejos conocidos", un disco autoproducido que el cantante malagueño define como suyo "al cien por cien" y con el que pretende reivindicar "qué es y qué hace Fran".

"Tenía ganas de sacar un disco que hablase de mí -afirma en una entrevista con Efe-. Cuando estaba en grabaciones anteriores ya sabía que quería hacer algo independiente de toda la maquinaria, que me permitiese hacer la música de la yo venía y a la que quería ir".

"Viejos conocidos" (Sinfonía en No Bemol) es un disco "optimista" en el que todos los temas están compuestos por el actor y cantante, con la participación y la presencia de sus "viejos conocidos", la banda con la que toca desde hace cinco años y la gente que ha pasado por su vida "dejando algo".

"El disco es el resultado de un proceso lento en el que hemos fusionado varios ambientes, hay pop, por supuesto, pero también otras cosas como unas líneas de bajo que vienen del reggae, un estilo que da movimiento y buen rollo; ese es el mensaje del álbum", remarca Perea.

"Carnaval", el primer single, aportó según el cantante "la esencia" de "Viejos conocidos" con una mezcla de pop y sonidos del sur, pero admite haber "experimentado" en cada canción, usando guitarras acústicas, guitarra española y triple cubano.

"No hay una línea en el disco que diga que va a sonar todo igual -explica-, transmite diferentes sensaciones".

Además del sonido optimista, que se equilibra para el autor con algunas letras "no especialmente alegres", otro de los objetivos de Perea era salirse del "estilo radiofórmula".

Los temas de las canciones van del amor, como en "Segundas partes", y el desamor de "Sin embargo", a la crítica hacia la prensa del corazón de "De colores" y la canción "La mirada de María", un tema que Perea compuso acerca del 11-M, con más "tempo" que el resto del álbum y parte de cuyos derechos están cedidos a la asociación de víctimas presidida por Pilar Manjón.

"Hay además una canción que a mí me resulta muy curiosa, 'Jugándomela', que habla de cómo se hace una canción", comenta el cantante.

A pesar de ser más conocido por su faceta de actor, Perea afirma tener "una relación estable" con la música, influida por la música hispanoamericana, desde Silvio Rodríguez a Jorge Drexler, los sonidos del sur de Kiko Veneno o Raimundo Amador, y por Joaquín Sabina, que le "tira mucho".

Además del sonido, uno de los cambios del disco está en que Perea, según afirma, vuelve a cantar "en andalú", algo que no pudo hacer en sus dos primeros álbumes, "La chica de la habitación de al lado" (293) y "Punto y aparte" (2005).

"Defendí los discos anteriores a muerte porque estaba trabajando en el proyecto, pero formaban parte de una serie de televisión ("Los Serrano") y de un personaje", resalta.

No obstante, Perea asegura que no reniega "de nada" de lo que ha hecho y espera que los que antes escucharon sus discos aprecien ahora este trabajo "más maduro".

Vera Blanco