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Un fotógrafo español, entre un grupo de secuestrados en Somalia

Reuters

Un fotógrafo español está entre el grupo de secuestrados en la provincia somalí de Puntlandia, confirmó el miércoles un portavoz del Ministerio de Exteriores español.

Las autoridades locales han confirmado a la embajada española en Nairobi el secuestro de José Cendón, aunque el portavoz no pudo dar más datos sobre quienes más iban con él.

Previamente la policía somalí había informado de que unos hombres armados secuestraron a dos periodistas occidentales en el norte de Somalia, el último ataque contra extranjeros en la caótica nación del cuerno de África.

La nacionalidad de los reporteros no estaba clara en un primer momento, ya que algunas fuentes indicaron que parecían ser británicos y otros, citados por AFP, hablaban de un español y un francés.

El portavoz de Exteriores español indicó que el ministro Miguel Ángel Moratinos estaba en contacto con la familia de Cendón, que trabajaba como 'free lance' y colaboraba con France Press en zonas conflictivas de África.

Cendón, que estudió ciencias económicas, periodismo y cine, ha trabajado en Colombia, Venezuela, Israel, los territorios palestinos o Darfur. Desde 2004, cubre la zona de los grandes lagos en África.

En Londres, un portavoz del Foreign Office tampoco pudo confirmar los secuestros: "Estamos comprobando las informaciones, pero no tenemos confirmación todavía".

Dos periodistas 'freelance', un australiano y un canadiense, siguen retenidos tras ser secuestrados en agosto en la capital, Mogadiscio. Los cooperantes extranjeros han sido objetivos de más ataques este año, en el que se han producido varios asesinatos y secuestros.

Los periodistas extranjeros suelen quedarse fuera del país, y dejan el trabajo sobre el terreno a somalíes, pero algunos siguen entrando, pagando normalmente a milicias locales a cambio de protección.

Los secuestradores en Somalia normalmente buscan el pago de un rescate y no suelen dañar a los rehenes.

Somalia lleva 17 años inmersa en distintas guerras civiles. Ahora el Gobierno, apoyado por Etiopía, combate desde hace dos años a los insurgentes islamistas, al tiempo que el caos ha alimentado la piratería en aguas somalíes, lo que ha desatado el envío de fragatas extranjeras.

Puntlandia funciona con una cierta autonomía, pero las bandas de delincuentes han proliferado y se ha convertido en una importante base para la piratería.

Una médico española de Médicos Sin Fronteras fue secuestrada en esta zona en diciembre del año pasado junto con una compañera argentina, y fueron liberadas a los pocos días. El Gobierno español negó que hubiera pagado un rescate.

El último ataque contra trabajadores humanitarios tuvo lugar el miércoles, cuando unos hombres armados sin identificar mataron a un médico local en el hospital SOS de Mogadiscio. El Gobierno culpa a los islamistas de este tipo de ataques, pero los líderes insurgentes le acusan a su vez, para manchar su nombre e intentar provocar una reacción internacional.

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