Los usuarios de Cercanías deberán armarse de paciencia: hasta el 30 de noviembre los autobuses seguirán reemplazando las líneas C-2 sur, C-10 y C-7, así como los trenes de medio y largo recorrido. El Ministerio de Fomento afirmó la semana pasada que ayer lunes estaría en disposición de fijar una fecha de restablecimiento del tren. Pero en la práctica, el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, dijo que no puede comprometerse con ninguna.

Pese a que el plazo normalización del servicio se alarga y que a finales de noviembre es cuando Barcelona está en plena ebullición por el inicio de la campaña de Navidad, ni la Generalitat ni los alcaldes de los municipios afectados emitieron queja alguna, siguiendo una clara consigna de cerrar filas.

Su petición era la de garantizar la seguridad y a eso es a lo que se va: los técnicos trabajan en solucionar los problemas de estabilidad del terreno entre Sants y Bellvitge, donde han aparecido los socavones alrededor de las vías 1 y 2.

A finales de esta semana se prevé tener en buenas condiciones la vía 1. A partir de entonces, Adif y Renfe realizarán varias pruebas para garantizar que la infraestructura de vía, catenaria y sistemas de señalización no han resultado dañados por las actuaciones realizadas en el subsuelo, donde se inyecta hormigón. La entrada en funcionamiento de la vía, sin embargo, podría posponerse hasta que no se solucionen los problemas de estabilidad en la vía 2. Una sola vía en marcha en el corredor Sants-Gavà obligaría a modificar la circulación de trenes en otras líneas, afectando a usuarios que hasta ahora han permanecido ajenos a los problemas.

La vía 2 está mucho peor porque discurre más cerca del túnel del AVE. Morlán y el presidente de Adif, Antonio Fernández Martín, lo explicaron desplegando un largo gráfico que mostraba una radiografía del terreno en la que se aprecia su poca solidez, tanto en superficie como en profundidad, a lo largo de 1,5 kilómetros.

Las obras de excavación del túnel AVE en este punto están paralizadas. Morlán, que volvió a culpar a OHL, reafirmó que la intención es que el tren de alta velocidad llegue a Barcelona antes de marzo. La patronal Pimec calculó ayer el coste del coas ferroviario por las obras del AVE en más de 208 millones de euros. Sólo las horas extras que los 160.000 trabajadores dedican estos días al transporte suponen el desembolso de 84 millones de euros, según UGT. La Organización de Consumidores y Usuarios de Catalunya reclamó a Fomento que compense a los ciudadanos con un mes de servicio de tren gratuito una vez se solvente el problema.