La deuda pública de Grecia alcanzará el 189,1% de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2012, calcula el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un informe difundido este martes que eleva las previsiones de deuda y déficit para ese país, inmerso en una grave crisis financiera.

La proporción supera la estimada por el FMI en junio, cuando indicó que la deuda pública llegaría el año que viene a un récord del 172% del PIB, para empezar a contraerse a partir de entonces.

Mientras, el ministro de Finanzas heleno, Angelos Venizelos, ha desmentido este martes que el gobierno se esté planteando salir del euro.

'La participación de Grecia en la zona del euro y en el euro es una opción nacional irreversible, que el pueblo griego está protegiendo con sus sacrificios al percibir lo valiosa que es', aseguró en un comunicado Venizelos. 

El ministro heleno desmentía de esta manera algunas informaciones aparecidas hoy en este sentido. El diario griego Kathimerini afirmaba sin citar fuentes que el primer ministro, Yorgos Papandreu, consideraba la posibilidad de convocar un referendo sobre la continuidad del país en la zona del euro.

Poco antes de iniciar una segunda ronda de contactos con los supervisores internacionales de la 'troika' (UE, FMI y BCE), Venizelos subrayó la determinación de su país de seguir aplicando las medidas de ajuste acordadas con sus prestamistas para rebajar el abultado déficit público.

'Grecia está absolutamente decidida a cumplir con sus obligaciones'

'Somos conscientes de que nuestra situación fiscal y nuestra estructura económica se han convertido en un problema para la zona euro', afirmó, por lo que Grecia está 'absolutamente decidida a cumplir con sus obligaciones'.

El Gobierno griego, presionado por la 'troika' para que siga recortando el gasto, anunció hoy su intención de reducir en un 30% el número de los funcionarios ministeriales, tras haber suprimido ya 200.000 puestos de empleados públicos, según datos oficiales.

Grecia necesita con urgencia los 8.000 millones de euros del próximo tramo del préstamo internacional de 110.000 millones del eurogrupo y el FMI para evitar una suspensión de pagos, ya que apenas cuenta con liquidez para más allá de octubre.