El cocinero Ferrá Adriá, considerado el número uno del mundo, ha dicho hoy que "las tapas es lo más exportable que tenemos", al referirse a la riqueza gastronómica española en la inauguración del II Congreso de Alta Cocina que, con el lema "El nuevo Descubrimiento", se celebra en Sevilla.

"La relación de las tapas con la cocina contemporánea española ha sido muy importante", aseguró Adriá para animar a empresarios y cocineros a explotar esta relación para "vender" las tapas en el exterior.

"La mayoría de los platos que hacemos ahora, si los hiciéramos grandes, no funcionarían, como no funciona comerse un plato grande de ensaladilla", aseguró Adría para después admitir que no tenía una clara respuesta de por qué esto es así y, no obstante, insistir en que hay que explotar esta circunstancia para "vender las tapas fuera".

El cocinero aseguró que si los grandes cocineros españoles insisten en la idea "de que para la cocina contemporánea son tan importantes las tapas, nos ayudará a venderlas en el exterior", a la vez que pidió que Andalucía lidere este movimiento tanto "filosófica como conceptualmente".

"El verbo tapear debería ser un logo de todos" pidió Adriá a sus compañeros, muchos de los cuales se hallaban entre el medio millar de personas que hoy asistieron a su conferencia, titulada "Andalucía, la tapa como elemento de exportación de la gastronomía española".

Adriá alertó de que en Nueva York hay más restaurantes japoneses que europeos y garantizó que, en el mundo, hay miles de empresarios "queriendo montar lugares de tapas", si bien advirtió que para que estas iniciativas funcionen deben contar con un socio en el país de origen.

El cocinero pidió a su audiencia que imaginaran que sucedería si los mil "sitios de tapas" que habrá en todo el mundo, fuera de España, se multiplicarán en breve espacio de tiempo por cincuenta, lo que consideró factible, y él mismo concluyó: "Que se multiplicaría por cincuenta el consumo que esos sitios hacen de aceite de oliva", entre otros productos de la agroindustria española.

Otro aspecto positivo que Adriá señaló de las tapas, a las que definió como "una forma de vivir, una manera de entender la vida, alegría y buen rollo", es que "no va a haber competencia entre nosotros, porque habrá sitio para todos".

Si el restaurante típico de tapas no se ha podido exportar con éxito antes, según el cocinero, es "por el modelo financiero de un restaurante", ya que, explicó, en Estados Unidos, para ser rentable, un restaurante precisa de dos o tres turnos, "Y las tapas permiten la rotación", algo que no cuenta con tradición alguna en la hostelería española.

Según Adriá, ahora es el momento de lanzarse al exterior con proyectos de este tipo, ya que hay una nueva generación de "gente emprendedora que entiende que el mundo es global", porque, explicó con humor, "aquí se ha vivido muy bien y no ha querido salir ni el gato, y no ya a Singapur, sino a trescientos kilómetros, que ya se consideraba muy lejos".

Para demostrar que él no era un advenedizo de la tapa, Adriá mostró un libro suyo del año 1991 en el que dedicaba un importante capítulo a "Las tapitas" del Bulli, su restaurante, y ofreció un adelanto de seis minutos de una producción audiovisual que presentará en Cannes, para la cual se filmaron inicialmente más de 600 horas y se entrevistaron a 170 personalidades, una de las cuales afirma que "la tapa introdujo una costumbre popular en la alta cocina".

Adriá, que ha sido presentado por la consejera andaluza de Agricultura, Clara Aguilera, ha participado tras su conferencia en un debate junto al secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, y el presidente de la Academia de Gastronomía Española e Iberoamericana, Rafael Ansón.