Fantin-Latour, ese artista tímido y reservado
El Thyssen acoge hasta el 10 de enero la primera posición monográfica en España dedicada al artista francés
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Aspecto de la primera gran exposición monográfica dedicada al pintor Fantin-Latour. EFE
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El realismo de la obra de Henri Fantin-Latour (Grenoble, 1836-Buré, 1904) unida a los sentimientos se dan cita desde mañana en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Hasta el próximo 10 de enero el museo acoge la primera exposición monográfica en España dedicada al artista francés. La "obra discreta" de este pintor "tímido y reservado" incluye retratos, naturalezas muertas y alegorías, un total de 70 piezas procedentes de colecciones privadas y de museos como el d'Orsay y el de Grenoble.
Vincent Pomarède, conservador del Museo del Louvre, es el comisario de esta exposición. Al igual que ocurre en Francia con Fantin-Latour, según destacó Pomarède, al pintor "hay que ir a buscarlo" porque no representa una pintura que "nos llame", como detalló el conservador-jefe del Thyssen, Guillermo Solana. Pese a sus relaciones de amistad con los impresionistas, se negó a exponer con ellos.
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La "calidad extraordinaria" de su obra podrá contemplarse ahora en Madrid, con una muestra que da a conocer a "una figura ilustre y desconocida", que creó "exquisitas naturalezas muertas" o "retratos íntimos y silenciosos". "Quiso hacer un realismo muy poderoso pero, a la vez, mostrando los sentimientos", dijo el comisario.
Pinturas, dibujos y grabados componen el grueso de la muestra
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Toda la carrera del artista galo podrá verse a través de sus pinturas, dibujos y grabados. Destacan los retratos colectivos de familiares y amigos, interiores con naturalezas muertas o las alegorías y fantasías musicales.
"Le gustaba la literatura y la música; adoraba a Wagner y en su pintura se interesó por mantener la correspondencia entre las dos artes, evocando el ritmo musical", precisó Pomarède, sobre un pintor que deja al espectador "impregnarse del silencio de sus retratos, para adentrarse después en el apasionamiento de los retratados".
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En la exposición, que se presenta con un doble criterio cronológico y temático a lo largo de siete capítulos, están sus autorretratos, obras de su etapa como copista en el Louvre, la representación de flores y frutas que tanto éxito tuvieron en Inglaterra, retratos íntimos, obras tardías o las adaptaciones musicales que anunciaban sus convicciones simbólicas.