Los familiares de las víctimas del Yak-42 creen que se sigue tapando la verdad
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Los familiares de los 62 militares españoles que perdieron la vida en el accidente del Yak-42 afrontan el noveno aniversario de la tragedia con la sensación de que han sido abandonados, que se ha ultrajado la memoria de las víctimas y que se sigue tapando la verdad para que nadie asuma responsabilidades.
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Así lo ha denunciado en una entrevista con Efe el presidente de la Asociación de Familiares de las Víctimas del Yak-42, Miguel Ángel Sencianes, hermano de uno de los militares fallecidos, que ha advertido de que mientras no se reconozca la verdad y se asuman responsabilidades no dejarán de hacer oír su voz.
"Para nosotros es duro, porque llevamos nueve años y mucha gente nos dice, ¿pero no lo dejáis ya?. Es la pregunta que más nos duele, porque ¿cómo podemos dejarlo?. Lo que sentimos realmente es que se les dejó muy abandonados, que se ultrajó muchísimo su memoria y que se intenta barrer demasiado rápido la verdad de una catástrofe que se podría haber evitado", ha señalado.
El presidente de la asociación de familiares de las víctimas ha denunciado además que desde la administración se ha intentado "tapar cosas" para que los responsables de la tragedia no hayan tenido que asumir responsabilidades.
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A 24 horas del noveno aniversario del accidente, Sencianes ha afirmado que encajan con respeto la decisión de la Audiencia Nacional de archivar definitivamente la acusa por la contratación del Yak-42, que se estrelló el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (Turquía) con 62 militares españoles, cuando regresaban de Afganistán, aunque están "muy en desacuerdo", ya que querían llegar a juicio.
"No llegamos a entender cómo nos cierran la oportunidad de llegar a un juicio", ha reconocido Sencianes, que ha agregado que han recurrido al archivo judicial "con la confianza más puesta en que llevamos la razón que en el resultado".
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En este sentido, ha apuntado que a los familiares de las víctimas les duele que se intente "ningunear" sus quejas por las condiciones del Yak-42, ya que "era un avión en unas condiciones inaceptables, que daba auténtico miedo y taquicardia".
Según Sencianes, varios testigos que subieron en el avión en otros vuelos han reconocido que se mezclaba la carga con el pasaje, que había fugas de aceite, que las ruedas no estaban en buen estado y que incluso se hicieron aterrizajes forzosos, y que la tripulación tenía que salir con martillos para hacer reparaciones en pleno vuelo.
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El presidente de la asociación de familiares de las víctimas ha denunciado además que se han sentido engañados, ya que durante los primeros años les negaron que hubiera pruebas de ADN para identificar a los cadáveres.
"El Estado se encargó de decir que no existían pruebas de ADN y de difamarnos diciendo que éramos familias politizadas o que había partidos que nos habían influenciado. Las familias del Yak no tenemos color, no somos ni blancos, ni rojos, ni azules. Somos personas que están comprometidas con sus muertos y con una verdad", ha insistido.
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En este línea, ha lamentado que en muchas ocasiones se han sentido "perseguidos" por intentar defender la verdad y sobre todo han visto como sus familiares fallecidos no han obtenido del Ejército "la respuesta que debían haber recibido a su compromiso".
Además, ha advertido de que, al no reconocerse la verdad de los hechos tras la tragedia aérea, no se han puesto las bases para evitar que se pueda volver a repetir un accidente parecido.
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"Hasta que se reconozca la culpa, hasta que se reconozca la verdad, el Yak-42 no estará solucionado", ha insistido.
En la entrevista, Sencianes también ha criticado al exministro de Defensa Federico Trillo, por "intentar por todos los medios salvaguardar su responsabilidad"; a la exministra Carme Chacón, porque "se ha lavado las manos como Poncio Pilatos" porque no expulsó del cuerpo a los responsables; y al actual ministro, Pedro Morenés, por el indulto parcial que el Gobierno concedió a dos condenados por falsear las identificaciones de 30 de los 62 fallecidos.