MADRID
Actualizado:Debido a la emergencia del coronavirus y tras la llegada del confinamiento, la incidencia de teletrabajo en España pasó de un 5% al 34% durante la pandemia. Un tercio de los trabajadores ocupados cambiaron su modelo laboral debido a la covid-19, ya que el teletrabajo era la única vía para hacer compatible el mantenimiento de las actividades productivas con la protección frente a la enfermedad.
Esta medida ha sido novedosa para muchas empresas y trabajadores que han tenido que introducirse por primera vez en dicho modelo laboral. Un modelo con una escasa regulación que ha derivado en diversos problemas, uno de ellos las patologías y/o problemas físicos derivados de la escasa o nula prevención de riesgos laborales que se han llevado a cabo en los hogares.
Muchas empresas, al declararse el estado de alarma, mandaron a sus empleados a teletrabajar a sus casas, algunos de ellos con el material de la oficina y otros muchos con sus propios equipos. Esta forma de trabajar, en la que no se valoraba la luz, el tipo de escritorio, la pantalla del ordenador, la silla en la que se iban a realizar las labores, etc., ha derivado en que muchos de estos trabajadores tengan, varios meses después, problemas a nivel visual y lumbar, debido a la nula prevención de riesgos.
Aunque muchos trabajadores han realizado sus funciones desde casa con su mejor intención, la realidad es que, al no contar con planes implementados para prevenir riesgos y herramientas que los minimicen, estos pueden aparecer al estar varios meses teletrabajando.
Sin prevención las enfermedades aparecen
Gema Martínez realiza labores de administración e informática en una empresa de telemarketing, por lo que ha tenido que estar mucho tiempo frente al ordenador. Su empresa no le proporcionó el material necesario para trabajar y lleva desde principios de marzo trabajando en la mesa del comedor de su casa.
"Como no tenía dinero para comprarme una silla los primeros meses tuve que estar trabajando con la silla del comedor, algo que me hacía sentir muy incómoda y cambiaba del comedor al salón constantemente, por eso he tenido muchos días en los que he tenido dolor de cuello y de espalda. También he tenido que ir al médico de cabecera porque llevo unos meses con dolores muy fuertes de cabeza y me ha dicho que seguramente sea de trabajar con un portátil durante tanto tiempo", cuenta a Público.
"Esta situación la hemos comentado entre las amigas muchas veces. Tenemos situaciones diferentes, pero coinciden que todas las que no tenemos nuestro propio despacho y un ordenador grande para trabajar hemos tenido problemas de cuello, de espalda, de cabeza y fatiga visual", añade.
La necesidad de horarios y de acondicionar el lugar
La doctora María Sáinz es especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y explica que, cuando los empleados van a su lugar de trabajo, van a un puesto supervisado y estudiado para que cumpla con las medidas necesarias que garanticen su salud y su seguridad en el trabajo.
"Es importante que haya luz natural, que tenga una buena ventilación, una buena silla y un buen material de trabajo para prevenir riesgos laborales", cuenta a Público.
Sainz explica que el hecho de no tener horarios es importante a nivel físico y mental. "Durante estos meses ha sido muy común que los trabajadores que estaban teletrabajando no tuviesen horarios fijos y se hiciesen más horas extra, lo que ha provocado problemas en el sueño. Algo que supone un problema porque el cerebro no descansa, no desconecta y eso afecta al día a día", añade.
"Los efectos del teletrabajo durante el confinamiento son varios. La fatiga visual, los dolores de cabeza, el aumento de peso y los dolores de estómago, por comer en pocos minutos delante de la pantalla, son algunos de ellos", añade.
"Es muy importante que el lugar esté acondicionado para trabajar, pero también es muy importante que se sigan unos horarios y unas rutinas que ayudarán a prevenir futuros problemas si no se llevan a cabo", finaliza.
Por su parte, el oftanmólogo Juan Carlos Vargas explica a Público que el uso abusivo de la utilización de ordenadores produce fatiga visual, síndrome de ojo seco y en ciertos pacientes variaciones en sus dioptrías.
"Es de esperar que aquellas personas que teletrabajan en condiciones abusivas, vean incrementada esta sintomatología visual", añade.
El fisioterapeuta Nacho Pestaña explica a Público que "lo más común es que vengan con dolores cervicales y rigidez." Además, asegura que "muchos comentan que no tienen una mesa adecuada".
También explica que a su clínica llegan personas con molestias en las lumbares por no tener una silla adecuada para trabajar. "La tensión emocional afecta mucho y todas estas cuestiones están haciendo que venga más gente de lo habitual", finaliza.
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