El falso maestro shaolín no sufre enfermedades psiquiátricas
El atestado policial, realizado por la Ertzaintza, sólo menciona el tumor cerebral que Juan Carlos Aguilar asegura que se le había diagnosticado hace dos años
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El atestado policial, realizado por la Ertzaintza, no refleja que el falso maestro shaolín, Juan Carlos Aguilar, padezca ninguna enfermedad psiquiátrica. Sólo menciona el tumor cerebral que el presunto asesino de la colombiana Jenny Sofía Rebollo y la nigeriana Maureen Ada Otuya asegura que se le había diagnosticado hace dos años, según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
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La investigación continúa, ya que, por su forma de actuar, se trabaja con la hipótesis de que Aguilar haya podido matar a otras mujeres antes de cometer estos dos crímenes. Por ello, los agentes de la Policía vasca continúan peinando los inmuebles propiedad del encausado.
Por ahora, a Aguilar se le acusa de dos asesinatos. En el caso de Maureen Ada Otuya, parece acreditado que hubo alevosía y habrá que determinar si han concurrido también otras circunstancias agravantes, como el ensañamento. En caso de que haya dos agravantes, se trataría de los asesinatos más graves, que conllevarían cada uno de ellos la pena de 20 a 25 años de prisión.
De ser calificados como homicidios, la condena podría ser de 10 a 15 años de cárcel por cada uno de los delitos. Tampoco se le podría acusar de otros delitos, como el de detención ilegal. Habrá que ver, además, si se le aplica alguna circunstancia atenuante.
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Para todo ello, será clave lo que determinen los forenses sobre las circunstancias en las que fallecieron las víctimas, así como saber si se les sometió a "un sufrimiento mayor". En todo caso, la horquilla de años de pena a los que se enfrentaría el falso maestro shaolín oscilaría entre los 20 y los 40 años de prisión.