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Una exposición londinense homenajea a los maestros de las vanguardia rusas

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La galería Annely Juda, de Londres, con una destacada trayectoria en la organización de exposiciones dedicadas a la abstracción europea aunque entre sus artistas haya también figurativos como David Hockney o Leon Kossoff, homenajea en la que acaba de inaugurar a las vanguardias rusas.

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La exposición, titulada "El Gran Experimento del Arte Ruso", quiere ser al mismo tiempo un homenaje a la especialista Camilla Gay, de cuyo libro clave publicado por primera vez en lengua inglesa en 1962 toma su título.

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El actual propietario de la galería, David Juda, recuerda en la presentación de la exposición cómo su madre, Annely, entró por primera vez en contacto con el arte ruso mientras trabajaba para el sociólogo y coleccionista norteamericano Eric Estorick, que a su vez estaba en contacto con George Costakis, el gran coleccionista de arte ruso en Moscú.

De origen griego aunque nacido en la capital rusa, Costakis abandonaría definitivamente la Unión Soviética en 1977 y se fue a vivir a Grecia tras llegar a un acuerdo con el Gobierno ruso por el cual dejaba la mitad de su colección a la galería Tretyakov, de Moscú.

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En 1997, el Estado griego compró más de un millar de las obras que integraban el resto de la colección de Costakis, que forman parte actualmente de la colección del museo estatal de Arte Contemporáneo de Salónica.

Annely Juda, que abrió su propia galería en 1960, se interesó desde el principio por las vanguardias rusas y en 1970 hizo su primera exposición de arte no figurativo, en la que, según recuerda ahora su hijo, junto a obras de Naum Gabo, Lissitzky o Rodchenko, había colgados en una pared doce dibujos de Malevich, uno de los cuales figura en esta nueva exposición.

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En los turbulentos años treinta, con el auge del nazismo y la desintegración de las democracias, muchos artistas de vanguardia de distintos países como el ruso Gabo, el holandés Mondrian o el húngaro Moholy-Nagy se refugiaron en Londres.

Camilla Gray creció rodeada de arte abstracto, su familia tenía en casa dos cuadros de Mondrian, y su madre, Nicolette Gray, ayudó a organizar varias exposiciones en 1936, cuenta David Juda, según el cual Camilla también contribuyó a la primera exposición de Malevich en la famosa galería londinense Whitechapel, en 1959.

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Durante los años setenta, la galería Annely Juda hizo cada verano una exposición de arte no figurativo, y su fundadora colaboró con amigos como la famosa periodista estadounidense Ella Winter, que había trabajado como corresponsal de guerra en Rusia, donde compró varias obras de El Lissitzky, hoy en importantes museos europeos.

También formaban parte del círculo internacional de amigos de la galerista las viudas de grandes artistas de vanguardia como Moholy-Nagy, Gabo o los alemanes Friedrich Vordemberge-Gidewart o Carl Buchheister.

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Annely Juda conoció también a Wilhelm Hack, uno de los primeros coleccionistas de Malevich fuera de Rusia, y a varios expertos tanto en ese pintor como en el constructivismo y las vanguardias rusas.

La exposición, pequeña como exquisita, que su hijo, David, dedica ahora en su galería londinense a los artistas rusos de aquellos años tan turbulentos en lo político como fascinantes en punto a creación artística, bien merece una visita.

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Entre las obras que se exhiben figuran varias de Malevich, como la titulada "Construcción Cósmica Magnética", una fascinante escultura en cartón de Gabo que representa una cabeza, pequeñas composiciones rayonistas de Mijail Larionov, un gran óleo de Boris Ender, de vibrante colorido y que parece prefigurar el expresionismo abstracto, un Tatlin inspirado en Picasso, y obras de Ivan Kliun, El Lissitzky, Gustav Klucis, Liubov Popov, Rodchenko o Maria Ender.

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