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Una exposición documenta la España del siglo XIX a través de románticos ingleses

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Un cata testimonial de la España del siglo XIX: su economía, estratificación social y costumbres puede apreciarse, como si de un documento fotográfico se tratase, a través de la mirada romántica de un grupo de pintores ingleses que ha reunido Caja España en una exposición inaugurada hoy en Valladolid.

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Se trata de una docena de acuarelas y algo más de una treintena de óleos agrupados bajo el lema de "Pintores románticos ingleses en la España del siglo XIX", con fondos pertenecientes a la colección particular de Aurora Martín y que mayoritariamente fueron pintados en ciudades del sur peninsular.

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Acostumbrados a los ambientes oscuros e industriales de su Reino Unido natal, los pintores "quedaron sorprendidos por la luz, el color y el exotismo del paisaje y de la población", que llevaron a sus lienzos con milimétrica exactitud tanto en el plano arquitectónico como en la descripción de la naturaleza, de los tipos populares y de su indumentaria.

Así lo ha explicado la comisaria de la exposición, Marisa Oropesa, durante la presentación de parte de una colección que ya ha visitado diversas ciudades de España, entre ellas Madrid, Pontevedra y León, y que podrá contemplarse en Valladolid hasta el 5 de abril con obras de una veintena de artistas como John Philip (1817-1867), Edwin Longsden (1829-1891) y John Bagnold Burgess (1830-1897).

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Ávidos de plasmar todos los detalles y temáticas posibles, pueden contemplarse cuadros que reflejan a la vez escenas costumbristas, tipos, paisaje y arquitectura.

Los pintores obraron entonces como notarios de un actualidad que documenta la influencia del clero en la vida cotidiana, la pobreza de la población y el bandolerismo pero también su alegría testimoniada en retratos como los de una aguadora, una vendedora de fruta, una cigarrera, un catador, dos toreros en el descanso de una corrida, un curandero y un mendigo.

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Entre las escenas costumbristas destacan el requiebro amoroso de un majo sobre una dama en presencia de un sacerdote, un grupo de mendicantes a la puerta de una iglesia, la despedida de un bandolero antes de echarse de nuevo al monte, el rezo de un Rosario, la charla alrededor de un brasero, un vendedor de abanicos, una boda, una serenata y una fuente.

Los lugares protagonistas se corresponden con el levante y la mitad sur de España, fácilmente identificables por sus templos y otros elementos arquitectónicos e incluso la indumentaria de sus gentes, casos de Toledo, Illescas (Toledo), Játiva (Valencia), San Roque (Cádiz), Antequera (Málaga), Granada y Sevilla, aunque también hay escenas ambientadas en Segovia y en Burgos.

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En la nómina de pintores expuestos figuran también Albert Moulton Foweraker (1873-1942), George Owen Wynne Apperley (1884-1960), Henry Charles Brewer (1866-1943), Thomas Robert Macquoid (1820-1912), Edward Angelo Goodall (1819-1908), Arthur Trevor Haddon (1864-1941), William Ewart Lockhart (1846-1900) y Robert Kemm (1837-1895).

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