Las personas con lesiones medulares pierden casi por completo la sensibilidad en sus órganos genitales, pero eso no impide que tengan unas relaciones sexuales "muy aceptables" y sean "buenos amantes"; todo consiste en cambiar su 'chip' mental.
Quien así opina es el médico rehabilitador Antonio Sánchez Ramos, jefe del servicio de Rehabilitación y Medicina Física del Hospital Nacional de Parapléjicos (HNP) de Toledo, que lleva 25 de sus 34 años de profesión dedicados a su "pasión", como define la unidad de sexualidad y fertilidad del HNP que también dirige.
El doctor Sánchez Ramos co-preside el comité organizador del 49 congreso anual de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef), que reunirá a más de 500 especialistas del sector, del 7 al 10 de junio en Toledo.
El equipo que encabeza el doctor Sánchez Ramos obtuvo en mayo el premio a la mejor comunicación otorgado por la Sociedad Española de Andrología, por demostrar que en los primeros seis meses de una lesión medular no se detiene la maduración de los espermatozoides, como se pensaba, sino que este proceso continúa aunque a un ritmo menor.
El trabajo consistió en analizar la espermatogénesis (proceso de formación de los espermatozoides) en 28 pacientes con lesión medular de distinto grado, en el primer ensayo mundial realizado con seres humanos, cuando los anteriores estudios se hicieron con cobayas.
El ensayo demostró que en el primer mes de una lesión medular se produce un "bajón" en la producción espermatozoide, se recupera en el tercero y prácticamente la totalidad en el sexto.
Buen número de pacientes del HNP, en especial chicos jóvenes, se preguntan tras un accidente qué va a ser de su vida sexual o si podrán ser padres algún día, cuando comprueban que han perdido la sensibilidad en su pene y no tienen erecciones ni eyaculaciones.
La respuesta a esa pregunta "ahora es muy positiva" porque hace una veintena de años "quienes sufrían una lesión medular estaban considerados como infértiles", explica el médico en una entrevista con Efe.
Sánchez Ramos dice que en la unidad que dirige los pacientes consiguen eyacular utilizando "métodos sencillos", como vibradores o electroestimuladores rectales, y fármacos como Viagra e inyecciones de prostaglandina para la disfunción eréctil.
Un lesionado medular tiene apenas un tres por ciento de capacidad sensitiva para poder eyacular de forma natural, "pero es muy elevada con los métodos que podemos aplicar", afirma.
"No funcionan igual que antes, pero sí consiguen eyacular; no tienen un orgasmo, no sienten placer en la eyaculación, pero sí en las relaciones sexuales", porque "les ayudamos a estimular las zonas que tienen libres y que están llenas de receptores erógenos", dice señalándose al cerebro.
"El deseo es independiente de la función eréctil. Sometemos el deseo sexual a la dictadura del pene", sentencia.
Los lesionados medulares "tienen relaciones sexuales muy aceptables" y "son buenos amantes porque utilizan otras técnicas como el juego previo, las caricias o las fantasías", explica.
El especialista recibe a Efe en su despacho del HNP, en cuya antesala cuelgan fotos de numerosos bebés, concebidos en su unidad mediante las técnicas de estimulación eréctil y la depuración de los espermatozoides "más móviles" o más sanos para la ovulación.
El doctor explica que tras una lesión medular el semen, al principio, es "horroroso" porque el paciente no eyacula de forma periódica y el plasma seminal está contaminado y, por tanto, dañado para la fecundación.
Así, aconseja a los pacientes que eyaculen "con cierta frecuencia" para garantizar la calidad del semen y eso es algo que se puede hacer en el propio domicilio e incluso sus parejas pueden introducirse el semen en la vagina en el periodo de ovulación para quedarse embarazadas.
"Muchos de nuestros pacientes han conseguido ser padres sin interferencias de la unidad de reproducción; lo que ha habido son unos consejos", algo que "no se hacía hace una serie de años", señala el doctor.
La mujer con lesión medular "no tiene dificultad alguna para embarazarse", aunque sí necesita "mucho más control" rutinario para vigilar el correcto desarrollo del embarazo, afirma.
El experto dice que no se necesitarían unidades de reproducción asistida "si pudiéramos conseguir desde el principio" que el semen de pacientes medulares tuviera una "mejor calidad" y ese, dice, "es el camino y el estudio que hemos intentado hacer aquí".
El doctor Sánchez Ramos afirma con orgullo que el HNP dispone de 3.800 historiales clínicos -el 95 % de varones- que conforman "la casuística más grande que hay en el mundo. No hay ningún hospital que pueda tener recogidos estos datos".
Por Enrique Merino.
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