La eurozona busca un pacto político sobre la ayuda a la banca española
Los ministros, sin embargo, no cerrarán la cifra concreta de la ayuda, a la espera de la evaluación definitiva de las necesidades de capital, que se conocerá a final de mes.
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Los ministros de Finanzas de la zona del euro prevén cerrar este lunes un "acuerdo político" sobre los términos y las condiciones de la ayuda de hasta 100.000 millones de euros que concederá a España para recapitalizar su banca, pero el memorando de entendimiento, el documento definitivo, no estará finalizado y firmado hasta finales de mes.
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Los expertos de la Comisión Europea, en colaboración con técnicos de la Autoridad Bancaria Europea (ABE), del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), han estado negociando el documento durante las últimas dos semanas con el Gobierno español y presentarán al Eurogrupo un borrador de los términos del préstamo y las condiciones que se impondrán a las entidades individualmente y al sector en su conjunto.
La ayuda va acompañada de fuertes exigencias de ajuste para las entidades españolas
El texto no recogerá una cifra definitiva de la ayuda financiera que se concederá a España, sino que se remitirá a la cifra máxima de 100.000 millones de euros a la espera de que se conozca a finales de mes el resultado de la evaluación pormenorizada de las carteras crediticias de la banca que el Gobierno encargó a cuatro auditoras. Las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman han calculado que la banca necesitará entre 51.000 y 62.000 millones de euros para afrontar hasta 2014 un hipotético escenario económico muy adverso.
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Tampoco es previsible que se conozca el lunes el plazo de devolución del préstamo. "No sabemos todavía cuál será", señaló el viernes un alto cargo de la UE. España espera que el préstamo tenga un plazo largo de incluso más de 15 años, un periodo de gracia de entre 5 y 10 años, y un tipo de interés entre el 3% y el 4%.
La ayuda a la recapitalización va acompañada de la condición de la reestructuración de las entidades que reciban el auxilio y que puede implicar desinversiones, la reducción del tamaño, el abandono de líneas de negocio o el cierre de entidades, y de exigencias para los organismos supervisores y reguladores.
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El préstamo se canalizará inicialmente a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), pero una vez esté en vigor el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) la ayuda se trasladará al fondo de rescate permanente sin adquirir el estatus de acreedor preferente y se abrirá la vía para la recapitalización directa. Para España no llegará a tiempo esta opción, porque antes debe crearse un supervisor bancario único para la eurozona y éste no estará en vigor hasta al menos la segunda mitad de 2013, según las fuentes, cuando la ayuda española ya estará inyectada.
Finlandia podría además complicar un acuerdo, dado que quiere, como ha hecho ya con Grecia, garantías por parte de España a cambio de la ayuda a través del FEEF.