Concepción Iglesias Álvarez, la presunta etarra detenida en Francia, compañera del ex dirigente de ETA José Javier Arizkuren "Kantauri", fue procesada en rebeldía por el intento de atentado contra el Rey de España en Palma de Mallorca en 1995.

En concreto, el 19 de febrero de 1996 la Audiencia Nacional la procesó en rebeldía por los delitos de atentado contra el jefe de Estado, pertenencia a banda armada, depósito de armas de guerra, tenencia de explosivos y falsificación de documentos de identidad.

En mayo de 1995 supuestamente Arizkuren puso en contacto en París a Concepción Iglesias con los etarras Juan José Rego Vidal, su hijo Ignacio Rego Sebastián, y Jorge García Sertucha, quienes iban a intentar asesinar al Rey de España en Palma de Mallorca.

Cuando el 15 de julio de ese año la operación se puso en marcha y los tres terroristas zarparon del puerto francés de Antibes rumbo a la isla balear, supuestamente Iglesias asumió las funciones de enlace entre el comando y el presunto dirigente etarra 'Kantauri'.

Concepción Iglesias viajaría a Mallorca el 27 de julio para entregar a uno de los etarras 12.020 euros en moneda francesa y española para pagar los gastos de reparación de una avería producida en el velero en alta mar.

El 9 de agosto fueron detenidos en Palma de Mallorca los tres miembros del comando, quienes habían decidido atentar contra el Monarca el 13 de agosto, y Concepción Iglesias, quien entonces se encontraba embarazada, pasó a la clandestinidad.

El 26 de mayo de 1997 el Tribunal Correccional de París condenó en rebeldía a la compañera de "Kantauri" a seis años de prisión por pertenencia a banda armada, en el sumario instruido en Francia por el intento de atentado contra el Rey.

El 2 de febrero de 2000 fue detenida en la localidad francesa de Tarnos junto a Juan Carlos Iglesias Chouzas, "Gadafi", presunto miembro del "comando Vizcaya". Ambos salían de comprar en un centro comercial y de comer en una hamburguesería en compañía de Julen, hijo de Concepción Iglesias y de "Kantauri".

El 9 de marzo de 2000 la policía francesa halló un taller de ETA para fabricar explosivos en una vivienda de la localidad de Guiche, propiedad de Arnaud Biscay, quien supuestamente la había cedido a Concepción Iglesias sin conocer sus actividades terroristas.

Tras su detención Iglesias recusó la pena que le había sido impuesta en rebeldía y nuevamente fue juzgada por el Tribunal Correccional de París, que en esta ocasión la condenó a cuatro años de prisión, pese a que la presunta activista negó su pertenencia a ETA.

En la vista compareció como testigo su compañero "Kantauri", quien admitió su propia culpabilidad en el intento de atentado contra el Rey pero negó que su compañera actuara como enlace con el comando que debía ejecutar la acción. "Cometí un grave error al pedirle que entregara el dinero al comando sin explicarle nada -declaró para añadir "Ella en ningún momento supo de qué se trataba".

Esta sentencia fue recurrida por la Fiscalía y el 16 de febrero de 2001 el Tribunal de Apelación de París aumentó la pena en un año, por lo que quedó fijada en cinco años de prisión.