Ester Quintana: "No soy la primera víctima de las balas de goma pero quiero ser la última"
La mujer que perdió un ojo durante la huelga general del pasado noviembre por el impacto de una pelota de goma, ha pedido la prohibición de estos proyectiles en el Parlament de Catalunya ante la comisión que estudia su uso
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Ester Quintana, la mujer que perdió un ojo en la huelga general de noviembre en Barcelona, ha reclamado este jueves ante el Parlamento catalán prohibir las pelotas de goma porque generan daños irreparables: "No soy la primera víctima de las balas de goma pero quiero ser la última".
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En su comparecencia ante la comisión de estudio del modelo de orden público y del uso de las pelotas de goma, ha explicado su situación personal desde entonces y ha lamentado: "Ya no puedo ver como vosotros y vosotros ya no me veis como era antes".
Ha explicado que, con su lesión --de la que sigue tratándose y sin saber cuándo podrá volver a la normalidad y por la que hay dos mossos imputados--, ha perdido visión, la capacidad de calcular distancias y la profundidad, y lleva ocho meses de baja sustentada por su padre, sin posibilidad de mantenerse.
Para Quintana, las balas de goma "no evitan daños, sino que generan un pánico generalizado", y ha puesto en cuestión el uso de este material, que, según ella, es antidemocrático. "Una sociedad en la que los ciudadanos tengan miedo de manifestarse no puede ser una sociedad libre", ha indicado Quintana, por lo que ha pedido que se prohíban.
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"Una sociedad en la que los ciudadanos tengan miedo de manifestarse no puede ser una sociedad libre" Ha lamentado que en la comisión solo se estén citando las pelotas de goma para decir que no se prohibirán, y ha recordado que "las balas no discriminan por sexo, edad o profesión. Son incontrolables" y los propios Mossos desconocen su trayectoria cuando las disparan.
Por eso, cree que lo que le ha pasado a ella "le puede pasar a cualquiera" y ha asegurado que cuando resultó herida no había ningún altercado ni disturbio, por lo que, según su opinión, los Mossos actuaron sin motivo y de forma desmedida, sin respetar los protocolos policiales.
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Para ella, la Generalitat ha gestionado de forma "deficiente" su caso porque no se han interesado por su salud ni qué ha pasado, y les ha preguntado cómo pueden estar seguros de que no fue una pelota de goma.
"La administración tiene los medios para aclarar las cosas y no lo hacen", ha reprochado, y ha considerado que en cualquier país democrático hubiera habido dimisiones, pero en su caso, critica que nadie se haya responsabilizado de las acciones de todos los que no hicieron bien su trabajo, según sus palabras.
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Ha cuestionado que los policías estén bien formados y sean conscientes "de la potencia lesiva del material que utilizan" y ha pedido que vayan identificados y no se tapen la cara en sus actuaciones, porque deben ser iguales que el resto de ciudadanos.