Estados Unidos y China mantuvieron conversaciones secretas sobre el clima
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Un grupo de destacados republicanos y demócratas estadounidenses mantuvieron conversaciones en China sobre el cambio climático en los últimos meses del Gobierno del ex presidente George W. Bush, revela hoy el diario británico "The Guardian".
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La visita a China, en la que participaron personas que ocupan hoy cargos en el gobierno de Barack Obama, como John Holdren, principal asesor científico del actual presidente demócrata, produjo un borrador de documento en marzo, apenas dos meses después de que ése entrara en la Casa Blanca.
Aunque el memorándum de entendimiento no llegó a firmarse, quienes participaron en la apertura de ese canal de comunicación entre Washington y Pekín creen que podría constituir la base de un acuerdo bilateral contra el cambio climático y que éste podría alcanzarse antes del final de año.
"Tengo la sensación de que trabajamos para conseguir algo este otoño. Será algo serio, sustantivo y va a convertirse en realidad", afirma Bill Chandler, director del programa de energía y clima del Carnegie Endowment for International Peace, uno de los impulsores de esas negociaciones.
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Según The Guardian, esas conversaciones secretas indican que los asesores de Obama estaban decididos desde un principio a lograr un acuerdo global para la reducción de las emisiones de gas invernadero este mes de diciembre en la crucial reunión de la ONU en Copenhague.
Estados Unidos y China "son dos países a los que el mundo culpa de no hacer nada (contra el cambio climático), pero tienen algo mejor que contar", declaró al periódico británico Terry Tamminen, participante en esas conversaciones y asesor medioambiental del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger.
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Según el diario, los contactos entre Pekín y Washington los iniciaron los chinos en el año 2007. El vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Xie Zhenhua, dio el primer paso al expresar interés en colaborar con EEUU para la captura y el almacenamiento de CO2 y otras tecnologías.
Tasiya Smith, asesora del ex secretario del Tesoro norteamericano, que participó en las dos primeras sesiones de negociaciones, explicó a "The Guardian" que lo primero importante que salió de las mismas fue "el reconocimiento por ambas partes de que los esfuerzos de China por reducir los efectos del cambio climático no eran suficientemente conocidos".
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En el segundo viaje a China, los norteamericanos elaboraron un memorándum de tres puntos según el cual se utilizarían las tecnologías existentes para lograr una reducción del 20 por ciento en las emisiones de CO2 para el año 2010, ambos países cooperarían sobre nuevas tecnologías para capturar y almacenar carbono y para fabricar automóviles menos contaminantes.
Además, Washington y Pekín firmarían un acuerdo sobre cambio climático en Copenhague.
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Los chinos aceptaron esas propuestas, y los lazos bilaterales se reforzaron con la participación de Gao Guangsheng, principal responsable del medio ambiente del Gobierno chino, en la reunión sobre cambio climático organizada el pasado noviembre en California por Schwarzenegger y a la que Obama se dirigió por vídeo.