Españoles y uruguayos celebraron hoy con una popular verbena en el corazón de Montevideo el Bicentenario de la independencia del país sudamericano, que marca también el inicio de doscientos años de afecto, valores comunes, y formas de vivir de las que ambos se sienten "muy orgullosos".

Bajo el nombre "200 encuentros Uruguay-España", los diversos centros de emigrantes españoles en Uruguay llevaron a la calle, convocados por la Embajada de España, su comida, su música y bailes para celebrar con los uruguayos y compartir una cultura que también forma parte integral del pequeño país sudamericano.

Durante más de seis horas la Plaza Matriz, ubicada en el centro histórico de Montevideo, sirvió de escenario para un particular romería popular en la que la empanada gallega y el vino de Rioja compartió lugar con el muy uruguayo mate en total armonía mientras grupos folclóricos de los centros regionales españoles del país llevaron sus músicas y danzas nacidas en la lejana Europa pero interpretados por jóvenes y niños uruguayos.

Entre los castizos olores a paella y churros, y con una buena sangría entre las manos, cientos de personas acudieron a ver o a participar en los actos.

De todas ellas destacaban las niñas uruguayas, de unos diez años, que formaban parte de la escuela de danza del Centro Gallego de Montevideo, impecablemente vestidas con sus trajes regionales para bailar muñeiras pese a que casi ninguna de ellas jamás pisó Galicia.

Un "txistulari" y un "dantzari" de la comunidad autónoma vasca, que recibieron a las autoridades con un tradicional aurresku, también recibieron un especial reconocimiento del público.

"Esta es en realidad una fiesta de familia, una fiesta entre parientes, no solo porque está toda la colectividad española aquí presente, sino porque estamos los uruguayos y porque corre sangre española en las venas de esta patria", dijo a los asistentes el vicepresidente de Uruguay, Danilo Astori, que acudió a participar de los festejos.

Ante los centenares de asistentes, muchos de ellos veteranos emigrantes españoles acompañados por sus familias uruguayas, el vicepresidente destacó los "diversos puentes" que han unido ambas sociedades en los doscientos años de historia independiente de Uruguay, en especial el lazo cultural, que ha consistido "en construir cercanías por encima de las diversidades".

Así, tanto España como Uruguay han aprendido juntos "a desarrollar su autoestima colectiva y compartir valores superiores como el altruismo, la solidaridad, el respeto y la tolerancia"

En el mismo sentido se expresó la embajadora de España, Aurora Díaz Rato, para quien la fiesta celebra "doscientos años de encuentros" y el surgimiento de la figura del "hispanouruguayo, que vive la doble pertenencia sin contradicción y pacíficamente", compartiendo valores "pensados y sentidos en español".

Además, la diplomática destacó este encuentro como una pequeña "devolución" del afecto recibido por los españoles y las empresas españolas en el país, además de por haber ofrecido durante "tantos años a tantos españoles una tierra de libertad y oportunidades".

Otro de los oradores, el responsable de la Secretaría General Iberoamericana Enrique Iglesias, un "uruguayo nacido en Asturias", como se definió, destacó el rasgo "muy iberoamericano" que sean los españoles los que festejen la independencia uruguaya.

"Somos parte de una patria común que nos dio valores y formas de vivir de las que estamos todos muy orgullosos", concluyó.

La fiesta popular fue financiada en parte por las empresas españolas más destacadas en el país, mientras que el dinero recaudado en el acto en los puestos de comida y bebida será destinado íntegramente al Hogar Español de Ancianos, una asociación civil de beneficencia fundada en 1964 que aloja y cuida a emigrantes españoles con más de 65 años que carecen de medios económicos.

En Uruguay residen aproximadamente unos 60.000 españoles, en su mayor parte gallegos, si bien existen importantes colonias de personas procedentes de todas las regiones de España.