España respaldó hoy la ampliación de capital del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para contar con una entidad "más grande y preparada", así como la creación de un fondo anticíclico que ayude en épocas de recesión.

En la segunda sesión plenaria de la 50 Asamblea del BID, la directora general de Financiación Internacional de España, María Jesús Fernández, dijo que su país "apoya el inicio de un proceso que conduzca a un aumento de los recursos del banco".

Un apoyo condicionado al "estudio riguroso de las necesidades y demandas de los países, y de estrategias y objetivos", matizó, al considerar que desde la última ampliación de capital, hace 15 años, el banco necesita "redimensionarse y jugar un papel relevante".

La representante española insistió en que el BID debe "involucrarse en áreas fundamentales a medio plazo, como medio ambiente y cambio climático, que requerirán un volumen de gasto importante".

Asimismo, señaló que los préstamos al sector privado y las agendas subregionales también adquirirán mucha importancia.

Además, "en el momento de crisis que nos encontramos, una ampliación de capital puede resultar de mucha ayuda, pues la seguridad de una base de capital ampliada puede contribuir a aumentar, a corto plazo, el volumen de préstamos", dijo.

Fernández reconoció que una capitalización del BID va a generar "un debate sobre el tamaño adecuado del banco en términos financieros", pero también "una oportunidad para hacer balance sobre lo que está funcionando bien y lo que habría que mejorar a largo plazo".

La directora general de Financiación Internacional señaló que la "capacidad contracíclica es importante", y por ello dijo que "España apoya que parte de los recursos del banco se destinen a una reserva contracíclica que sólo podría ser utilizada en épocas de recesión o bajo crecimiento de la región".

Ese plan permitiría reaccionar con rapidez en las fases bajas del ciclo y centrar las ampliaciones de capital para operaciones estrategias y de largo plazo, agregó.

La alto cargo española reconoció que, aunque América Latina está mejor preparada para afrontar el impacto de la crisis, "está sufriendo el embate con la caída de las exportaciones, el menor flujo de remesas y un acceso al mercado de capitales más costoso".

Para Fernández, "en este difícil contexto, el papel de los bancos multilaterales de desarrollo puede ser esencial, acelerando su actividad crediticia para cubrir parte del espacio que ha dejado la financiación privada y dirigiéndose hacia los prestatarios que ahora buscan mercados seguros".

A su juicio, el BID ha sido una de las instituciones que más rápido ha reaccionado a esta "coyuntura difícil y compleja, con un aumento del volumen de préstamos y la puesta en marcha de liquidez".

"El papel del España será de implicación intensa y constructiva, bajo la creencia de que la proyección externa y la utilidad del banco para el futuro vendrán dadas no sólo por los recursos sino por la solidez de su estructura interna", agregó.

Fernández recordó que España es el segundo socio comercial de América Latina y el primero europeo, además de uno de los principales inversores, por ello su voluntad es de "inversión y permanencia" en la región.