España seguirá en 2010 sin poder cumplir los objetivos del Protocolo de Kioto contra el cambio climático, a pesar de los progresos, según un informe de la Comisión Europea publicado hoy.

El estudio, que realiza proyecciones sobre las emisiones de CO2 por país en 2010 y sus avances hacia las metas de Kioto, revela que, a diferencia de España, muchos países de la UE respetarán los compromisos asumidos.

La situación de España es otra, ya que hasta en el más optimista de los casos (si aplicara junto a las medidas actuales otras adicionales como la compra de derechos de emisión a través de proyectos de mejora ambiental en otros estados), el país seguiría emitiendo en 2010 un 5,5% más de CO2 de lo permitido en el Protocolo de Kioto.

Con sus políticas en vigor contra el calentamiento global, España emitiría en 2010 un 52% más de gases de efecto invernadero que en 1990.

Sin embargo, el porcentaje se reduciría de forma considerable si aplicara los mecanismos de Kioto (-19,9%), las actividades de reforestación (-2,0%) y la compra de derechos de emisión mediante inversiones en proyectos de mejora ambiental en terceros países (-9,6%).

En ese caso las emisiones serían un 20,5% superiores a las de 1990, fijadas como año de referencia.

El porcentaje no sería tan exagerado teniendo en cuenta que Kioto habilita a España a aumentar sus emisiones entre 2008 y 2012 hasta un 15% sobre la cifra registrada en 1990.

Bruselas calcula que las medidas actualmente en vigor en los países permitirán a la Unión reducir un 3,6% sus emisiones para 2010 con respecto a los niveles de los años 90.

Añadiendo otras medidas adicionales (compra de permisos de emisión con inversiones en tecnologías limpias en países terceros y actividades de reforestación) los quince países que formaban la UE hasta 2004 podrán lograr por anticipado el objetivo de un recorte del 8% para el periodo 2008-2012.

"Las últimas proyecciones son buenas noticias. Demuestran que la acción coordinada Europea para alcanzar los objetivos de Kioto está funcionando", señaló el comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas.