Eros Ramazzotti enamora a Madrid en la víspera de San Valentín
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Si el dios griego del amor es Eros, su homólogo romano tiene apellidos y se llama Eros Ramazzotti, que ayer congregó a unas 10.000 almas en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid en la presentación de su nuevo disco, ''Alas y Raíces''.
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En la víspera de San Valentín, el cantante italiano se presentó en un escenario organizado por el ''Circo del Sol'' canadiense, saliendo de un contenedor de carga que simulaba la ajetreada actividad de un puerto. Inmediatamente, y tras la primera ovación del público, comenzó con la canción ''Apuntes y notas'' como tarjeta de presentación en un pabellón en el que no cabía un alfiler.
Le costaba tararear los nuevos temas al público, entre el que había numerosas calvas indisimuladas que denotaban la larga trayectoria musical del solista. Pero también se observaba el equilibrio entre hombres y mujeres, lo que ponía de manifiesto el toque especial de esta noche previa al día de los enamorados, si bien es verdad que ellas se desgañitaban más que ellos para acompañar las canciones del romano.
''¡Eros! Lánzame una flecha de Cupido!'', gritó una admiradora cargada de palomitas desde la tribuna de periodistas, adonde fueron destinados muchos asistentes a última hora debido a un problema en la organización de la venta de entradas.
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Tras la primera canción, Ramazzotti continuó con ''Donde hay música'', ''Un segundo de paz'' o ''Cuánto amor me das'', antes de conseguir la mayor ovación de la noche con su éxito ''Si bastasen un par de canciones'', un tema con el que el público se volcó tarareando una de sus más conocidas melodías.
''No hablo la lengua de acá... estoy muy emocionado'', dijo a los espectadores, hipnotizados cuando el cantante se dirigió a ellos micrófono en mano.
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Eros cantó ''Dímelo a mí'', santo y seña de su nuevo disco, antes de cerrar el espectáculo con ''La cosa más bella'' y marcharse en su particular contenedor para continuar su gira internacional, que incluye ciudades de Francia, Suiza, Austria, Letonia, Lituania y Moscú, para acabar al filo del verano en Latinoamérica.