'Los delanteros se pisan los espacios', según Benzema. Los medios no se imponen en la posesión y los laterales, a los que Pellegrini les concede el protagonismo en las bandas, tienen la mira fuera de punto. El partido de Sevilla, aparte de la sangría defensiva que provocaron Navas y Perotti, corro-boró esa falta de precisión en los centros de los laterales. Ramos centró seis veces, cinco fueron al contrario y sólo una fue rematada. Marcelo sólo centro una vez y fue a parar a Palop. Este Madrid es un equipo sin rosca, sin platanitos para alimentar a sus delanteros, un conjunto 'de pies cuadrados', que diría Maradona.

Las estadísticas en el pase de Arbeloa, Ramos, Drenthe y Marcelo contribuyen a ese embudo que estigmatiza el fútbol del Madrid. El Barça ensancha el campo porque Messi, Alves, Henry y Maxwell intimidan y provocan las basculaciones del contrario, que despejan el medio. Que los laterales del Madrid, hasta ahora, suban y centren, no es más que pólvora en salvas. En Liga, entre los cuatro sólo suman 37 centros al área desde los flancos. A ninguno se le contabiliza una asistencia. Centran poco, para el protagonismo que les concede su entrenador, y muy mal. De esos 37 centros al área, Marcelo ha dado 18. Aquí se destapa una visible cojera por la derecha. De los pases del brasileño, seis fueron a parar a un compañero y 12 tuvieron como destinatario a un contrario, la grada o fueron desviados a córner. De Ramos han salido 12 centros al área desde la derecha y sólo dos los recibieron jugadores del Madrid. Arbeloa firma cinco centros y sólo uno fue bueno. Peor es lo de Drenthe, tres roscas y todas al limbo.

De los 12 centros de Ramos, sólo dos los recibieron jugadores blancos

Ninguno de los cuatro laterales ha logrado dibujar una de esas combas imaginarias y templadas que tanto aprecia el Bernabéu, cuando son precisas, y que tanto castiga cuando son estériles. Gran parte del recelo que despiertan Ramos y Drenthe procede de ese déficit. 'El secreto está en hacer un pase, no usar la fuerza y sí la destreza', explica Míchel, que ponía en pie al Bernabéu con sus certeras roscas. Pellegrini renuncia a ocupar las bandas con especialistas, pero la nula aportación de los laterales a la producción goleadora potencia esa fuerza de gravedad que lleva al Madrid a resolver por el medio. La acelerada planificación del equipo en junio no contempló un desembolso para laterales ofensivos contrastados, tipo Maicon.

'Nuestro Maicon es Ramos. Es cierto que no hay precisión, pero también que los problemas físicos de Sergio y Arbeloa influyen en este aspecto ', señala Valdano, que, para la banda izquierda, tampoco vio necesario refuerzos: 'Drenthe puede jugar de lateral, medio o extremo por la izquierda. Marcelo sólo tiene 21 años y hay que tener paciencia. Confiamos mucho en él para que adquiera esa precisión'. Da la sensación de que la manta del presupuesto en fichajes se acortó por las bandas. Que el plan estratégico-deportivo obligaba a apuestas de futuro salvo en el caso de Ramos. De los 17 goles que suma en Liga el Madrid, 14 llegaron por el centro y sólo tres por los costados, pero fruto del balón parado: un córner y dos faltas.

El Madrid lleva 17 goles, de los cuales 14 han llegado por el centro

En el Madrid dicen estar a la búsqueda del estilo que agrada al Bernabéu. Esa carencia rompe con una tradición que llegó a ser excesiva en tiempos de Miljanic y Boskov, hasta el punto de generar un cántico: 'Juanito la prepara y Santillana mete gol'. Míchel, Gordillo, Figo y Beckham la prolongaron. Ahora, el Madrid no tiene quien la prepare por las bandas. Y tampoco ha dado con un dibujo, cuando enfrente hay un Navas o un Perotti, para que no se la preparen, como parecía denunciar Diarrá a Dudek y Metzelder cuando le cambiaron.