Una enferma británica pierde su batalla legal para que se aclare la ley de suicidio asistido
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Una británica que sufre esclerosis múltiple perdió hoy su batalla legal para que el Tribunal Superior de Londres obligue a la Fiscalía a precisar en qué circunstancias una persona puede ser procesada por ayudar a morir a otra en el extranjero.
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Debbie Purdy, de 45 años y con domicilio en Bradford (norte de Inglaterra), baraja la posibilidad de viajar en el futuro a Suiza, donde la eutanasia está legalizada, para acabar con su vida si sigue empeorando de su enfermedad.