La energía concentrada de miles de soles, la renovable futura de la industria
Publicidad
Producir hidrógeno, estudiar el comportamiento de los materiales, concentrar mil soles sobre un panel fotovoltaico o descontaminar tierras son algunas de las aplicaciones de la energía solar térmica de alta temperatura, la renovable del futuro para la industria, según algunos científicos.
Publicidad
La viabilidad de estas aplicaciones se estudia en la Plataforma Solar de Almería (PSA), en concreto en el horno solar, una instalación que, gracias a la energía solar de concentración, puede llegar a alcanzar los 3.000 grados celsius de temperatura, y en la que se llevan a cabo diversos experimentos desde 1991.
En este horno, capaz de derretir una placa de acero en segundos, se trabaja en cuatro líneas de investigación: ensayo de materiales, generación de calor solar para procesos industriales, combustibles solares y ensayo y caracterización de células fotovoltaicas de concentración.
Inmaculada Cañadas, investigadora de la Unidad de Sistemas de Concentración Solar de la PSA, ha explicado a Efe que en este horno se realizan ensayos de materiales tanto en condiciones ambientales como en atmósferas controladas.
Publicidad
El objetivo es realizar tratamientos térmicos que permitan sintetizar o modificar los materiales, como los de construcción, o estudiar su comportamiento en condiciones de altas temperaturas.
En este sentido, Cañadas ha detallado que en la PSA se puede llegar a fundir un metal, obtener cerámicas a partir de polvos compactados o realizar tratamientos que mejoren las condiciones de los materiales frente a la corrosión o el desgaste.
Publicidad
En cuanto a la generación de calor solar, la función del horno es la de usar la energía solar para generar altas temperaturas en el interior de un reactor o cámara, y que éste pueda aplicar energía térmica procedente del sol a distintos procesos industriales, entre ellos el tratamiento de residuos.
En concreto, el grupo de investigación de esta instalación, junto a la Universidad Politécnica de Cataluña, trabaja principalmente en la eliminación de metales en tierras contaminadas, como el mercurio, que consigue calentando toda la tierra afectada hasta una temperatura que se volatilizan los compuestos.
Publicidad
Una vez volatizados, se captura el mercurio en un filtro de carbón activo que luego se trataría como material de residuo.
Además de esta investigación, en el horno solar se genera hidrógeno, que puede servir para la automoción u ordenadores.
Publicidad
Una molécula de agua está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno y, según Cañadas, el objetivo es romper esa molécula a través de su calentamiento, para separar el oxígeno, capturándolo, y liberar el hidrógeno.
La cuarta línea de investigación está relacionada con las células fotovoltaicas, cuyo futuro pasa, según Cañadas, por la fotovoltaica de concentración.
Publicidad
España, Alemania, Francia, Malta e Israel, dentro de un proyecto europeo, se plantearon, según esta investigadora, concentrar mil soles sobre un panel fotovoltaico y la PSA, en concreto el horno solar, fue la primera instalación en conseguirlo en el mundo, en 2005.
Este horno es capaz de concentrar la radicación solar, ya que realiza un seguimiento continuo al sol a través de unos espejos (helióstatos) que recogen los rayos y los dirige a un disco parabólico fijo que concentra la energía solar.
Publicidad
En el sector industrial, cuyo consumo energético está en torno al 30 por ciento del total, la energía solar térmica es la renovable que se perfila como la más adecuada, según Cañadas, ya que permite la generación directa, a distintos niveles de temperatura, de la energía térmica necesaria en numerosos procesos.
Este potencial de aplicación es precisamente lo que se estudia en el horno solar de Almería.
Publicidad
En la Plataforma Solar de Almería se investiga también la generación de electricidad a partir de distintas tecnologías solares y aplicaciones medioambientales, como la desinfección de aguas.
La PSA pertenece al Centro de Investigaciones Energética, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).