Las eléctricas calculan que la luz debería subir un 5%
El sector prevé que el Gobierno actúe para dejar el incremento de octubre en el 2%
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La tarifa de la luz podría subir hasta un 5% en octubre para los 18 millones de hogares y pymes que utilizan la tarifa de último recurso, la TUR (consumo inferior a 10 kw al mes). Ese es el cálculo que manejaban ayer las empresas eléctricas tras celebrarse la subasta trimestral para la adjudicación de la energía que se va a consumir en el último trimestre del año. Si el Gobierno sigue fiel a su intención de congelar la parte de la tarifa sobre la que tiene decisión (el 50% del total que paga el consumidor) y aplicar a la otra mitad de la factura el resultado de la subasta de ayer, los hogares con un consumo de 35 euros al mes pagarían a partir de octubre 1,75 euros más, según los cálculos de las compañías.
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Esta llamativa subida se debe, explicaban ayer a Público en el sector, a que en realidad son dos las subastas que se celebran cada vez: una para las horas pico, las de mayor demanda de energía, y otra para las horas base, que son el resto. La subasta de ayer arrojó un incremento del precio para las horas de mayor demanda del 12%, mientras que el precio base subió en torno al 4,5%. Al parecer, por diversos factores entre los que está incluida la climatología, en la segunda mitad del año se disparan las horas de alta demanda de electricidad. Esto hace que la fórmula que se emplea en este periodo para calcular el precio de la luz dé más peso al resultado de la subasta pico. Por eso, al aplicar la subida a la mitad de la factura que no se va a congelar, se produciría un incremento del citado 5%.
Industria reitera que congelará la parte regulada sin afectar al resto
Otra cosa es que el Gobierno decida de nuevo buscar un modo para aplicar una subida inferior, en el entorno del 2% que resultaría de utilizar el precio de la subasta de las horas de demanda normal.
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Esto supondría reducir a alrededor de 0,70 euros al mes el incremento en la factura para quien consuma actualmente 35 euros; pero, según las eléctricas, significaría incumplir la promesa de dejar que el mercado fije la mitad del precio de la luz. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, reiteró ayer en el Senado que el precio se fijará en función del mercado en la parte desregulada, mientras que el Gobierno congelará la parte regulada, pero no dio cifras. En julio no sólo no se subió la parte regulada sino que, tras un pacto de Gobierno y PP, se bajó para neutralizar el efecto que habría tenido la subasta.
Una subida de la luz es capaz de atragantar a un Gobierno como el socialista, que arrastra este año el desgaste de la subida del IVA, el recorte del gasto público y la reforma laboral; y puede servir de munición a una oposición como la del PP, capaz de olvidar el agujero de casi 20.000 millones de euros que creó en las finanzas públicas durante sus años en el poder precisamente por bajar la luz muy por debajo de lo que cuesta producirla.
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Esa cantidad que no paga hoy el consumidor en la factura lo pagará con intereses en forma de impuestos a lo largo de años.
La tarifa regulada
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Algo menos de la mitad (48%) de la factura de la luz que llega cada mes al buzón de hogares y pymes se debe a conceptos cuyo precio sigue regulado por el Gobierno. En esa parte se incluye el precio del fomento de las energías renovables (más caras pero más limpias), el de la gestión del operador que efectúa las subastas (Omel), la moratoria nuclear y una cantidad para paliar el déficit de tarifa.
La tarifa no regulada
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La otra mitad de la factura se debe a la parte no regulada. Es el mercado, en concreto una subasta entre las compañías eléctricas, el que fija la subida del precio según las perspectivas de evolución que manejen. Desde junio de este año la subasta se hace de forma trimestral para evitar un excesivo coste en forma de primas de riesgo.
Subidas este año
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La luz ya subió un 2,64% a principios de este año. En julio debía haber subido también (en torno al 4%) si se hubiera respetado el resultado de la subasta, pero Gobierno y PP pactaron una fórmula para que la luz no subiera. La factura final, en cualquier caso, sí lo hizo porque en julio entró en vigor el incremento del IVA hasta el 18%.