EEUU abre un diálogo con Irán sobre la crisis afgana
La presencia de Teherán en la Conferencia de La Haya acaba con una reunión improvisada y un acuerdo histórico
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Teherán ya tiene las pruebas que demandaba a EEUU de que la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca iba a cambiar su forma de tratar al país que preside Mahmud Ahmadineyad. Esta tarde, tras la Conferencia Internacional sobre Afganistán, a la que Irán asistió tras la solicitud norteamericana, los enviados de uno y otro país se reunieron sellando un acuerdo de colaboración histórico que no se producía desde hace treinta años. Teherán se comprometió a ayudar a Obama en su nueva estrategia en Afganistán.
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En la Haya, con la guerra de Afganistán de fondo, Richard Holbrooke y Mohamed Mehdi Akhundzadeh sentaron las bases de un futuro proyecto de cooperación. Así lo definió la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton que describió el encuentro como "cordial intercambio de impresiones" y agregó que ambos países han quedado en mantener el contacto.
Durante la conferencia, Irán dio la bienvenida a la nueva apuesta de Obama en la guerra de Afganistán, de la que el presidente norteamericano dijo la semana pasada que no puede basarse sólo en elenvío de soldados, sino en la preparación del país para una nueva etapa democrática con las estructuras pertinentes.
"Han quedado en estar en contacto", insistió Clinton. Para los diplomáticos presentes, el encuentro marca un hito tras 30 años de tensas relaciones, ausencia de diplomacia y retórica militar, que incluía a Irán en el "Eje del Mal", expresión acuñada por George Bush en 2002 en referencia a los países que apoyaban el terrorismo. Clinton consideró la presencia de Irán en la cumbre de La Haya como "un gesto prometedor de que habrá cooperación en el futuro".
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Ajundzadeh criticó que la "presencia de tropas extranjeras no ha mejorado las cosas en el país". Sin embargo, devolvió el guiño de Washington prometiendo "participar en proyectos para combatir el tráfico de droga", donde Afganistán es una potencia, con el 90% de la producción mundial de opio que constituye una fuente de ingresos para la insurgencia. Además, Irán participará en planes para "desarrollar y reconstruir Afganistán".
La primera prueba de la nueva relación entre ambos países fue entregada directamente a la delegación iraní. El escrito pide "un gesto humanitario" para resolver tres casos distintos de ciudadanos estadounidenses en el país, incluyendo un agente del FBI desaparecido hace dos años, una periodista encarcelada y una estudiante que no puede salir del país.
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El inicio de la reconciliación con Irán es parte de la nueva estrategia para Afganistán, que pasa por implicar a los países de la región, pero también por la pacificación civil del país. En ese sentido, Clinton ofreció una "honorable forma de reconciliación" a los talibanes que renuncien a la violencia que mantiene en jaque a los 62.000 soldados de la OTAN, incluidos 780 españoles, desplegados en el país.
Clinton enarboló la bandera de la afganización de las tareas de seguridad, es decir, el paulatino adiestramiento de las fuerzas policiales afganas para que sustituyan a medio plazo a los soldados aliados. "Debemos apoyar los esfuerzos del Gobierno de Afganistán para separar a los extremistas de Al Qaeda y los talibanes de los que se les han unido no por convicción sino por desesperación", aseguró Clinton.
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La secretaria de Estado aludió también a las tareas de reconstrucción y reactivación de la economía para alejar la tentación para la población civil de convertirse en mercenaria contra las tropas aliadas.
Para ello, EEUU confía de momento en el frágil orden constitucional, liderado por el presidente Hamid Karzai, que lucha contra la desconfianza que en Occidente produce la imagen corrupta de su gestión.
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Para EEUU, el "patrocinio de las instituciones nacionales", que se renovarán en agosto tras las elecciones legislativas, es fundamental para que "la política de reconciliación sea exitosa".
EEUU cuenta con países como Italia, cuyo ministro de Exteriores confirmó ayer el envío de 240 soldados extra, o España, alabada por sus "muy útiles" propuestas en cuanto al refuerzo de las autoridades locales, según relató el jefe de la diplomacia española, Miguel Ángel Moratinos.
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"Me ha felicitado por mi intervención y sobre todo por estas nuevas ideas", indicó el ministro, que propuso un "gran Plan Marshall Verde para Afganistán" para cambiar por un modelo agrícola tradicional el cultivo de opio, cuya contribución a la economía afgana se calcula en 3.000 millones de dólares al año.
Moratinos propuso también un hermanamiento con las autoridades locales en un intento por conseguir que la población civil deje de ver a las tropas de la OTAN como un Ejército invasor. "Estamos intentando organizar en España una asamblea de los líderes locales más influyentes", aseguró Moratinos, para "demostrarles que la comunidad internacional está ahí para ayudarles, no para ocuparles".
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La conferencia de la ONU materializó un apoyo sin fisuras a los aires de cambio con los que Obama aterriza en Europa. El presidente de EEUU espera ahora que los aliados se comprometan a enviar más tropas para garantizar la seguridad en las elecciones. Pasado mañana, en la cumbre de los Veintisiete, escuchará personalmente la respuesta.