Ecologistas rechazan la decisión de dejar hundido el pecio del "Don Pedro"

Los grupos Ecologistas en Acción, GEN-GOB, Greenpeace, y WWF han mostrado su rechazo a la decisión del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de dejar sumergido el pecio del mercante "Don Pedro", hundido frente a las costas de Ibiza el 11 de julio de 2007.

La decisión ha sido adoptada esta mañana en una reunión de la Comisión Técnica para el Análisis y Estudio del Accidente, a la que "no han sido invitados la mayor parte de los grupos ecologistas que acudieron a la anterior cita", subraya un comunicado emitido hoy por los diferentes grupos en defensa del medio ambiente.

Los ecologistas consideran que la decisión del Ministerio de no reflotar el buque supondrá una fuente de contaminación para el Parque Natural de Ses Salines, algo que, según ha comentado el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, en rueda de prensa en Ibiza, está descartado.

"En la reunión de hoy se han dado, además, directrices al Govern balear y al Consell Insular de Ibiza sobre cómo justificar ante la opinión pública la decisión de dejar el pecio en el fondo del mar", denuncian en la nota los ecologistas.

Recuerdan que el buque todavía contiene en su interior entre diez y quince mil litros de combustible, además de otros materiales contaminantes, "por lo que de mantenerse hundido será una fuente de contaminación constante para el Parque Natural", aseguran, por lo que consideran "imprescindible" el reflotamiento del barco.

Asimismo, piden que se garantice "que su reciclado se realiza con seguridad ambiental".

Según los ecologistas, el Ministerio había asegurado que la decisión sobre el futuro del Don Pedro no estaría condicionada por factores económicos, sino por encontrar las mejores soluciones que aseguren la salud de los ciudadanos, la seguridad marítima y la conservación de los ecosistemas marinos.

Sin embargo, critican que, "a día de hoy, la naviera Iscomar -propietaria del mercante- no ha pagado ni un solo euro por las labores de limpieza y descontaminación del accidente".

La decisión tomada por el Ministerio, en opinión de estos grupos ecologistas, "parece que, además, tanto la naviera como la aseguradora se librarán de pagar los costes que supondría extraer el buque". A su juicio, la política de mantener los buques siniestrados en el fondo del mar es "un mal precedente".