Duran desvela su decálogo de condiciones para dar apoyo estable a Rajoy
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El cabeza de lista de CiU al Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, ha desvelado hoy su decálogo de condiciones para dar apoyo estable al futuro Gobierno español, que da por hecho que estará presidido por Mariano Rajoy.
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En el ciclo de ruedas de prensa organizado por la Agencia Efe con motivo de las elecciones generales, Duran ha dicho estar dispuesto a "implicarse" a fondo en la gobernabilidad española, sin descartar la entrada de CiU en el Gobierno, siempre y cuando se atiendan estas 10 reclamaciones fundamentales.
El primero de los puntos que CiU pondrá sobre la mesa es resolver de una vez por todas el déficit fiscal de Cataluña, que según cifró ayer el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, se sitúa entre el 8 % y el 8,5 % del PIB catalán.
La segunda condición que planteará CiU será dar prioridad al eje ferroviario mediterráneo, por el que ni PP ni PSOE han "apostado" de manera clara por delante de la opción del corredor central, según Duran.
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En tercer lugar, Duran exigirá la construcción de cinco obras de infraestructuras "básicas" para Cataluña: el Cuarto Cinturón, el desdoblamiento de la N-II, la N-340, la autovía Valls-Montblanc y la vía Lleida-Sopeira hacia Val d'Aran.
El cuarto punto del decálogo es no dar marcha atrás en la descentralización de la gestión del aeropuerto de El Prat, así como la gestión catalana de los aeropuertos de Reus, Sabadell y Girona.
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Su quinta exigencia es resolver el problema de la financiación de las empresas, para que actúen de motor de la recuperación económica.
En sexto lugar, pedirá presentar en Bruselas un "plan financiero" que contemple la creación de un "banco malo", donde se sitúen todos los activos tóxicos, y que permita que las entidades vuelvan a dar crédito.
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Otra de sus condiciones 'sine qua non' será impulsar un "plan de choque contra el paro" en apoyo a los emprendedores, una idea que ve más factible que otras acordar con el PP dadas sus coincidencias programáticas, así como medidas para pymes y autónomos, con un especial énfasis en "no tocar ni una coma de la ley de morosidad".
El octavo punto de su lista es ampliar en dos años la vigencia de la Disposición Adicional Tercera del Estatut, dado que el Estado no viene ejecutando la totalidad de sus inversiones previstas durante siete años en Cataluña.
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La penúltima petición al futuro Gobierno será una defensa acérrima de la política agraria para el litoral mediterráneo.
Finalmente, si el PP desea contar con la colaboración estable de CiU la próxima legislatura "no deberá utilizar nunca la lengua como instrumento de confrontación" ni cuestionar el sistema de inmersión lingüística.
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Sea cual sea el resultado electoral, y por muy amplia que acabe siendo la victoria del PP, Duran se ha mostrado convencido de que el panorama de crisis que se encontrará Rajoy a su llegada a La Moncloa le forzará a buscará complicidades y a llamar a la puerta de CiU.
"Puede haber la tentación de venirnos a pedir apoyo parlamentario o la entrada en el Gobierno. Nosotros no podemos continuar haciendo lo mismo que en el pasado. Si nos implicamos, lo haremos a partir de una serie de condiciones. Nuestra prioridad no será entrar en el Gobierno, sino cumplir este decálogo", ha planteado.
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Duran es consciente de que todo este pliego de condiciones será más factible de negociar si CiU parte de una posición de fuerza tras las elecciones del 20 de noviembre y si el PP no ha conseguido la mayoría absoluta que le pronostican todas las encuestas.
Por eso, ha hecho un llamamiento al pueblo catalán a "evitar" con su voto que el PP se lleve como mínimo la mitad más uno de los escaños del Congreso de los Diputados.
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Prueba de que el electorado catalán tiene en sus manos la posibilidad de darle o no la mayoría absoluta al PP es que Rajoy vendrá a Cataluña para abrir su campaña, ha recordado Duran.
El candidato de CiU ha reconocido que le "costaría entender" que el pueblo de Cataluña acabe permitiendo que socialistas y populares sean las dos fuerzas políticas más votadas en Cataluña, hipótesis que, en el caso de confirmarse, obligaría a abrir una "reflexión" sobre los agravios que vienen denunciando los catalanes.