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Dunga igualaría a Beckenbauer si gana el Mundial

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Por Pedro Fonseca

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Sudáfrica podría consagrar a Dunga como el único campeón mundial de la historia del fútbol brasileño como capitán y técnico, algo logrado hasta ahora sólo por el icono alemán Franz Beckenbauer.

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En su cuarta Copa del Mundo, pero la primera en el banquillo, el ex volante tiene la oportunidad de convertirse en el primer jugador y técnico de Brasil en ganar un Mundial desde Mario Lobo Zagallo en 1970.

Dunga, cuyo verdadero nombre es Carlos Caetano Bledorn Verri, nació en la localidad de Ijuí, en el estado de Rio Grande do Sul, hace 46 años. Nunca había ejercido como técnico antes de dirigir a la selección, aunque su experiencia en el fútbol es vasta.

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El capitán del equipo campeón de 1994 fue la apuesta de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para comandar a la selección con la misma firmeza mostrada en la cancha en sus tiempos de jugador, tras la fracasada campaña en el Mundial de Alemania 2006.

Su discurso de "recuperar el orgullo de jugar por la selección" fue la base para renovar al combinado y recolocar a Brasil en los más alto del ranking de la FIFA, pese a ser frecuentemente criticado por haber impuesto en la selección un fútbol defensivo, contrario a las tradiciones del equipo.

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"Quiero traer a la selección brasileña las mismas ganas que tuve como jugador. Vibración, motivación y ganas de vencer son imprescindibles para vestir esta camiseta", dijo Dunga en su primera entrevista tras asumir el cargo en 2006.

Como jugador, disputó 96 partidos y anotó siete goles con la camiseta de Brasil. Disputó su primera Copa del Mundo en 1990, cuando la derrota ante Argentina en octavos de final fue marcada como la "era Dunga" y él fue señalado como el símbolo del fútbol sin creatividad en la selección.

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Cuatro años más tarde, Dunga se volvió a levantar. Jugando siempre con mucha disposición en la marca y organizando al equipo dentro del campo, fue una de las figuras del Brasil campeón en Estados Unidos.

En 1998, fue capitán de Brasil nuevamente, cerrando un ciclo en la selección que incluyó el título mundial juvenil de 1983 y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984.

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Después de terminar su carrera en 1999 en el Internacional, el mismo club en el que dio sus primeros pasos en 1981, Dunga estaba relativamente alejado del fútbol, hasta que fue sorprendentemente llamado a dirigir a la selección.

También jugó en otros clubes como Corinthians, Santos y Vasco da Gama de su país; los italianos Pisa, Fiorentina y Pescara, el alemán Stuttgart y el japonés Jubilo Iwata.

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"Es muy coherente dentro y fuera del campo, y los resultados no podrían ser mejores. Su actitud seria y tranquila siempre nos ayudó a mantener la calma. Además, como paró de jugar hace relativamente poco tiempo, sabe lo que quiere el jugador y cómo tratarlo", dijo recientemente el centrocampista Kaká sobre Dunga.

RELACION DIFÍCIL

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El entrenador tiene como auxiliar al frente de la selección a su ex compañero Jorginho, que muchas veces sirve como un escudo para uno de los mayores problemas del técnico: su relación con los medios de comunicación.

El reciente episodio en que recurrió a la policía para sacar a un equipo de televisión de la entrada de su casa en Porto Alegre ilustra su antipatía hacia reporteros, cámaras y micrófonos.

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Rara vez Dunga concede una entrevista colectiva sin una respuesta áspera. Independientemente de las críticas, el técnico llegará al Mundial respaldado por sus conquistas en la Copa América y el primer lugar en la eliminatoria sudamericana al Mundial, además de victorias sobre rivales de peso como Argentina, Italia, Portugal e Inglaterra.

Si Dunga reproduce ese éxito en Sudáfrica, estará definitivamente entre los grandes del fútbol de Brasil y del mundo. Una derrota, en tanto, puede significar una nueva era de acusaciones.

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