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Draghi se niega a intervenir comprando deuda

Asegura que el mandato que tiene encomendado el BCE no incluye "resolver los problemas financieros de los Estados"

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Sin piedad. El presidente del Banco Central Europeo, a quien las economías periféricas de la zona euro suplican un gesto, se mantiene implacable. A principios de este mes, la institución accedió a bajar los tipos de interés un cuartillo de punto, hasta el 0,75%, pero decepcionó al no facilitar más liquidez al sistema financiero. Desde entonces, la prima de riesgo de España ha seguido escalando, hasta tocar el pasado viernes la cumbre de los 610 puntos. Pese a que todas las luces rojas siguen encendidas, Mario Draghi anticipó hoy que el maná no vendrá del BCE. Textualmente, en una entrevista publicada hoy en Le Monde (pero realizada el miércoles), ratificó que el mandato del organismo que lidera no pasa por "resolver los problemas financieros de los Estados", sino "asegurar la estabilidad de precios y contribuir a la estabilidad del sistema financiero con total independencia". Es decir, controlar la inflación como primer mandamiento, función capital para Alemania y para su canciller, Angela Merkel.

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Draghi contesta así a España y propina un fuerte cachete al Gobierno, que ha clamado y clama por una pronta intervención del BCE para frenar el ataque a la deuda soberana. Pese al portazo, el economista italiano presume de que el supervisor europeo es "muy abierto y no tiene tabúes". "Hemos decidido reducir los tipos de interés por debajo del 1% porque prevemos que la inflación estará próxima o se situará por debajo del 2% a comienzos de 2013", ilustra. 

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Preguntado sobre si el BCE espera que los países sean los que hagan esfuerzos antes de reaccionar, comentó que "esa idea de mercadeo entre los estados y el BCE es un quid pro quo". Draghi añadió que "en las condiciones extraordinarias actuales, es necesario ver al BCE tomar partido en cuestiones que no pueden resolverse con la política monetaria, como la de los elevados déficit públicos, la falta de competitividad o los desequilibrios insostenibles cuando la estabilidad financiera corre un riesgo". "La preservación del euro forma parte de nuestro mandato", añadió el presidente del BCE, quien subrayó que la moneda única es "irreversible".

Draghi subraya que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los pasados 28 y 29 de junio fue un "éxito". "Por primera vez, me parece, se dio un mensaje claro: salir de la crisis con más Europa. Poniendo en marcha una hoja de ruta para crear una unión con cuatro ingredientes: financiera, fiscal, económica y política. Y con las herramientas concretas: una unión financiera, un supervisor bancario, fondos de rescate para recapitalizar la banca de forma directa cuando esa vigilancia ya funcione. Y un calendario de ejecución".

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Le Monde inquiere al jefe de la institución si esa supervisión central habría podido evitar el rescate financiero de España. "Un sistema centralizado es preferible para tener en cuenta el alto grado de integración financiera de una unión monetaria. Sobre España, el BCE había avisado al país en varias ocasiones sobre el déficit excesivo y el excesivo crecimiento del crédito. Pero en una unión monetaria, la lucha contra las burbujas inmobiliarias corresponde a las políticas macro-prudenciales nacionales", responde. 

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