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Los demócratas logran acuerdo sobre un impuesto sanitario

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El presidente Barack Obama y los demócratas del Congreso lograron un avance en las negociaciones sobre la reforma sanitaria el jueves, recibiendo el apoyo de grupos sindicales para un impuesto a los planes de seguro de alto coste, lo que podría allanar el camino para un acuerdo final.

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El acuerdo sobre el "impuesto Cadillac" del Senado eliminó uno de los mayores obstáculos en la fusión de dos iniciativas de reforma sanitaria aprobadas por ambas cámaras legislativas, y los negociadores esperan lograr un pacto sobre las provisiones más importantes del proyecto para el viernes.

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Durante una visita a los demócratas en el Capitolio, Obama reconoció que los sondeos de opinión muestran que la reforma de los servicios sanitarios es impopular, pero prometió que la actitud cambiaría una vez que se apruebe el proyecto de ley final.

"Sé lo pesado que ha sido esto", dijo Obama. Pero indicó que una vez que haya sido aprobado "el pueblo estadounidense pronto entenderá que este proyecto hace cosas que a ellos les agradan y no hace lo que la gente ha estado tratando de decirles que hace".

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Las iniciativas de reforma del sistema sanitario de la Cámara de Representantes y el Senado deben ser fusionadas en un proyecto de ley y aprobadas de nuevo por cada cámara antes de que Obama pueda firmarlo.

Ambas iniciativas extenderían la cobertura sanitaria a más de 30 millones de estadounidenses que no cuentan con ella, crearían intercambios donde los individuos puedan comprar planes de seguro y pondrían fin a prácticas como negarse a ofrecer cobertura a personas con condiciones preexistentes.

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Pero ambas cámaras se han mostrado en desacuerdo respecto a cómo financiar los cambios. Los demócratas de la Cámara baja y sindicatos laborales se han opuesto al llamado "impuesto Cadillac" del Senado, apoyado por Obama.

Los críticos han dicho que el tributo afectará a las familias de clase media y trabajadores sindicalizados que cedieron salarios más elevados a cambio de mejores beneficios de salud.

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El acuerdo negociado con la Casa Blanca elevaría el umbral para aplicar el impuesto y excluiría hasta 2018 aquellos planes negociados en nombre de gobiernos estatales y locales o como parte de acuerdos de negociación colectiva.

"Apoyamos esta reforma sanitaria y estamos listos para luchar por ella", dijo Gerald McEntee, presidente de la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, de Condados y Municipales.

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El representante Joe Courtney, un fuerte crítico del impuesto del Senado, dijo que aún no está preparado para apoyar la iniciativa.

"El problema está en los detalles y me reservaré el juicio sobre cualquier compromiso hasta que haya tenido la oportunidad de revisar la propuesta", dijo Courtney.

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