"Es una decisión unilateral"
La izquierda abertzale confía en volver en 2011 a las instituciones
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"Es una decisión unilateral". Estas cuatro palabras encierran una de las principales claves para entender los pasos dados por la izquierda abertzale desde que, en noviembre, presentó la propuesta de Alsasua. Aquel anuncio a favor de impulsar un nuevo proceso de diálogo, sin violencia ni injerencias, sobre los principios del senador Mitchell, ha generado desde entonces más desconfianza que confianza entre la mayoría de los partidos y el propio Gobierno de Zapatero.
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Ante tanta incredulidad, la izquierda abertzale ha repetido mil veces que se trata de "una decisión unilateral". Esto significa, a priori, que esta vez ha emprendido un camino para impulsar ese proceso de paz sin consultas previas a ETA con la confianza, eso sí, de que la banda armada le siga.
Salvo EA y mediadores internacionales, todos los partidos han optado por ver la corrida desde la barrera. En otras palabras, después de tres procesos de paz y con el último dinamitado con una bomba de ETA en la T-4, la mayoría de las fuerzas ha optado por no fiarse demasiado de las intenciones de la izquierda abertzale y su reivindicada independencia sobre ETA en este nuevo camino. Ayer, lo volvió a repetir: "El proceso democrático ha sido una decisión unilateral de la izquierda abertzale".
Pese a esta desconfianza generalizada, la izquierda aber-tzale ha decidido dar un nuevo paso en este proceso con el manifiesto de ayer y la defensa de la "liberación nacional" de Euskadi sólo por vías políticas.
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La izquierda abertzale confía en volver en 2011 a las instituciones
Para este nuevo paso, ha sido decisiva la celebración este mes del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca). Miles de personas acudieron a la festividad conjunta con EA y la izquierda abertzale interpretó que su mensaje está calando socialmente. A partir de ahora, tiene tres retos por delante. El primero es ganarse la credibilidad de más fuerzas aparte de EA para lanzar el proceso de diálogo: "La confianza mutua resultará de indudable importancia", dice.
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El segundo reto es ver cómo sortear las dificultades para volver a las instituciones en las elecciones de 2011. El Gobierno le ha avisado de que tiene dos vías: romper con ETA o convencerla de que deje las armas. La ilegalizada Batasuna cree que el Ejecutivo intenta "bloquearla" con una "estrategia represiva". El documento presentado ayer recogía un llamamiento a las bases para "no caer en la trampa y hacer irreversible el cambio político".
Su tercer reto es que ETA acepte acompañarla en el camino, sin escisiones, para abrir un ciclo político sin violencia, por las vías políticas, y como recoge el nuevo documento, "lograr ese escenario donde el Pueblo Vasco, libre y sin injerencias ni violencia, determine su futuro". Ahora espera la respuesta de ETA a su petición de una tregua.